La economía y el empleo registraron un crecimiento acelerado en el primer trimestre del año en España, con un protagonismo creciente de la inversión empresarial, de la exportación y del sector de la construcción que, poco a poco, vuelve a tirar de la actividad.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) confirmó ayer que la economía española se adentra en su cuarto año de recuperación con un crecimiento trimestral del 0,8%, una décima más que en el cuarto periodo del 2016. En contra de todos los pronósticos que auguraban desaceleración, el producto interior bruto (PIB) logró mantener una tasa anual del 3% (respecto al primer trimestre del 2016).

La creación de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, por su parte, subió el 0,7% respecto al trimestre anterior, tres décimas más que a finales del 2016. En tasa anual el empleo creció el 2,5%, dos décimas menos que a finales del año pasado, lo que ha supuesto la creación de 435.000 puestos en un año.

«El crecimiento del empleo seguirá siendo muy sólido, con ligera tendencia a la moderación en la última parte del 2017», pronostica la Cámara de Comercio de España que prevé la creación de 410.000 puestos de trabajo en el conjunto de este año. «En este escenario, la tasa de paro podría bajar del 18% por primera vez desde 2009», estima.

SERVICIOS / La construcción está recuperando fuertes tasas de creación de empleo (4,6% frente a una media del 2,5%), si bien los niveles de ocupación en este sector (1,03 millones) no tienen nada que ver con los 2,6 millones de puestos del boom inmobiliario, en el 2007. El crecimiento acelerado del empleo es especialmente intenso en las actividades inmobiliarias, donde la creación de puestos ha subido el 9,2% en el último año. Con todo, más del 60% del empleo creado en el trimestre se concentró en los servicios (+0,5%), en especial en actividades profesionales.

Lo mismo sucede con el crecimiento de la actividad. La oferta de la construcción creció el 2,9% en tasa trimestral (frente a una media del 0,8%) y el 4,4% en tasa anual (frente a una media del 3%). Con todo, el peso de la actividad aún se sitúa a la mitad de lo que llegó a alcanzar en 2008 antes del pinchazo de la burbuja inmobiliaria. La industria mantiene un buen ritmo de crecimiento en tasas próximas al 3%.

Los datos del INE también revelan un crecimiento acelerado de la inversión y de las exportaciones, favorecido por «las mejores condiciones financieras, unido a las expectativas favorables de la economía española y a la menor incertidumbre política», según la CEOE. «El buen comportamiento de la inversión y los flujos comerciales hacia el exterior compensó la ralentización del consumo y el aumento de las importaciones», según BBVA Research.

En tasa anual, la inversión de las empresas logra un crecimiento del 3,8%, que llega al 5% en el caso de los bienes de equipo y al 4,2% en los productos de la propiedad intelectual. El crecimiento de las exportaciones (del 8,4%) fue muy superior al de las importaciones (6,4%).

En conjunto, la demanda nacional (consumo e inversión) han aportado 2,2 puntos al crecimiento de la economía, mientras que el sector exterior conserva una aportación positiva (0,8 puntos). «La economía crece más y mejor», valora el servicio de estudios de Bankia.

Con estos datos, España se mantiene en cabeza del crecimiento entre los grandes países de la zona euro como Alemania (1,7% interanual y 0,6% intertrimestral), Francia (0,8% y 0,3%) o Italia (0,8% y 0,2%) y también del Reino Unido (2,1% y 0,3%). «De confirmarse esa tendencia, se cumpliría la previsión del Gobierno contenida en el Programa de Estabilidad enviado a Bruselas, que estima un crecimiento medio anual del 2,7% en 2017», según Economía.

En el reparto de las rentas entre la población, los beneficios empresariales siguen ganando a los salarios. El beneficio (+5,3%) sigue creciendo bastante por encima de la remuneración de asalariados (+3,1%) y muy por encima de la remuneración media (+0,4%). Para UGT, los datos confirman que «el crecimiento de la economía no se está traduciendo en la mejora de la calidad de vida de las personas de este país ni en la reducción de la pobreza».

MÁS TEMPORALIDAD / El objetivo que ha fijado la UE para el 2020 es conseguir una tasa de empleo del 74%, lo que traducido por el Gobierno de Rajoy es lograr 20 millones de ocupados. Eso solo es posible con empleo temporal, según el análisis del mercado laboral español realizado por Asempleo, patronal de las empresas de trabajo temporal (ETT).

Asempleo reconoce que España aún está 10 puntos por debajo del objetivo. En 2016 la tasa subió al 64%, desde el 58,6% al que cayó en 2013 por la destrucción de empleo durante la recesión. Las ETT cree que la temporalidad «favorece el tránsito del desempleo al empleo» ya que la «probabilidad de encontrar un trabajo temporal en el 2017 supera en más de 11 puntos a la de encontrar uno indefinido».