El alud de solicitudes para percibir el nuevo ingreso mínimo vital, ante la escalada súbita de la pobreza provocada por la crisis del coronavirus, tiene saturadas las oficinas de la Seguridad Social. Los trabajadores del INSS han alcanzado a tramitar menos del 20% de las 750.000 solicitudes presentadas desde que se puso en marcha este subsidio el pasado 15 de junio. Y del total de expedientes gestionados, unos 143.000, el ratio de aprobados es del 56%. Es decir, más de cuatro de cada diez solicitudes son denegadas; según los datos publicados este jueves por la Seguridad Social. Los errores a la hora de presentar la documentación y exceder los límites de renta o patrimonio establecidos por ley son los principales motivos que ha aducido el ministerio dirigido por José Luís Escrivá. Actualmente, 80.000 familias ya perciben esta renta mínima.

El colapso que vienen denunciado los trabajadores del INSS, las entidades del tercer sector y los potenciales beneficiarios de esta renta mínima se va traduciendo en cifras de gestión. Tras los primeros 74.000 subsidios convertidos de oficio en el mes de junio, la plantilla de la Seguridad Social comienza a abordar la avalancha de solicitudes que ha ido recibiendo en los últimos dos meses y medio. El volumen es muy elevado, tal como ha destacado el ministrio de Escrivá en su comunicado de este jueves. Pues la cifra de 750.000 solicitudes presentadas equivale a todos los expedientes para tramitar nuevas pensiones que llegan a la Seguridad Social en un año.