El Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) reconoce que lleva gastados este año 70,83 millones de euros más de lo previsto en su presupuesto para pagar las bajas por enfermedad o incapacidad temporal. En el Seguro existe una gran preocupación por el aumento del coste experimentado por esta prestación que, en muchos casos, está muy ligado a situaciones de fraude y al problema de la temporalidad en los empleos.

El INSS quiere llegar este año a verificar más de 600.000 bajas por enfermedad, casi el doble que en el 2003, y va a contratar a 40 médicos más que se dedicarán exclusivamente a la labor de control de los partes de bajas. La plantilla actual de facultativos de la Seguridad Social realizó 149.512 actuaciones hasta mayo pasado y extinguió la prestación en el 33,28% de los casos.

PRESUPUESTO GLOBAL El presupuesto global del INSS para pagar las distintas prestaciones de la Seguridad Social es de 64.307 millones de euros. Más de 2.500 millones se destinan a cubrir las bajas por incapacidad temporal. El pasado 1 de julio, el instituto admitió que se había visto obligado a gastar 1.142 millones de euros en esta prestación. Esta partida está experimentando un crecimiento del 14%, según admite la Administración. Aunque el director general del INSS, Fidel Ferreras, explica que esta "desviación presupuestaria" se debe al efecto de la elevación de los salarios y del crecimiento del número de afiliados, también reconoce que "una buena parte de este alza del gasto se debe a fraudes".

A su juicio, más que el dato del desfase en el presupuesto global, lo que mejor muestra el problema es el coste medio de la incapacidad temporal por afiliado y mes. Esta cantidad ha subido desde 16,89 euros en 1999 a 25,02 euros en el 2003. Este gasto ha continuado su escalada y, en el 2004, ya es de 27,30 euros por cotizante y mes. "Para este incremento sólo puede haber dos razones: que hay más personas de baja y que están durante más tiempo percibiendo la prestación correspondiente. Además hay que sumar el gasto que cubren las mutuas y que representa un 50% adicional del coste del INSS", dice Ferreras.

Según datos aportados por el Ministerio de Trabajo, a las mutuas patronales les cuesta cada baja una media de 19,66 euros al mes; mientras que, el año anterior, el gasto era de 18,46 euros mensuales. El INSS se esfuerza por realizar controles de las bajas. La mitad de los 417 médicos distribuidos en 48 provincias se dedica a revisar los partes médicos que les llegan. No son revisiones rutinarias o aleatorias sino una selección para verificar la realidad de cada uno de los 2,1 millones de procesos de incapacidad temporal que se producen cada año en España.

En el 2003, se realizaron 375.726 controles de bajas por enfermedad, de los que 131.861 (el 35%) dieron como resultado la extinción de la prestación. La mayoría de los trabajadores se dieron de alta al recibir la notificación de que debían pasar por el proceso de control médico, según explican en el INSS. En el 8% de los casos, el facultativo del instituto tuvo que diagnosticar que los beneficiarios no estaban enfermos y que no tenían derecho a la misma.