Sin noticias del Quantitative Easing (QE), es decir, del programa de compra de bonos. La rueda de prensa de ayer del presidente del Banco Central Europeo (BCE) decepcionó a los inversores. El Ibex se dejó el 2,36% hasta los 10.619 puntos. La expectación levantada por la reunión de ayer, no se vieron luego cumplidas por la autoridad monetaria de la zona euro, que ha preferido dejarse deberes para el 2015, puesto que la de ayer era la última reunión del año. Se esperaba que el BCE adelantara o elaborara una hoja de ruta relacionada con las compras de deuda soberana que se adoptará en el primer trimestre del 2015.

El paquete de medidas parece especialmente necesario después de que el propio BCE haya revisado a la baja las previsiones de inflación y crecimiento para los dos próximos años. De este modo, las nuevas proyecciones del BCE contemplan un crecimiento de la zona euro del 0,8% este año y del 1% en 2015, mientras que en 2016 la economía de la eurozona crecerá un 1,5%.

La caída de la bolsa española fue algo más acusada que la del resto de grandes parquets europeos, que también evolucionaron a la baja. Por lo que se refiere al Ibex 35, el sector financiera acusó además de la falta de noticias, la caída de Bankia, que perdió cerca del 6% tras conocerse el informe de los inspectores del Banco de España sobre la salida a bolsa de Bankia en el que las cuentas no habían sido formuladas correctamente. No fue el único, eso sí: el Banco Popular cedió el 4,67% y CaxiaBank, el 3,70%, entre los principales damnificados del sector bancario.