El sindicato agrario Asaja confirmó ayer su estrategia de enfrentamiento con el Gobierno al convocar una manifestación para el próximo 23 de noviembre con el propósito de reclamar mayores compensaciones por la incensante subida del precio del gasóleo.

La organización presidida por Pedro Barato, que es mayoritaria en el sector, impidió hace alrededor de 12 días que se firmara un acuerdo con el Gobierno al desmarcarse a última hora de las medidas que se habían pactado entre las partes.

RUPTURA DE LA UNIDAD La decisión tomada ayer por Asaja rompe además la unidad que se había alcanzado con la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), y que había desembocado en la convocatoria conjunta de una manifestación para el próximo 20 de noviembre en Madrid. UPA se reunirá hoy para fijar su postura, aunque lo más probable es que desconvoque la manifestación del 20-N y acepte el plan de ayudas de 150 millones de euros que ofrece el Gobierno.

La organización agraria Asaja explicó en un comunicado que la decisión se tomó "tras comprobar que los últimos intentos por llegar a un acuerdo con el ministerio no han tenido una respuesta satisfactoria, ni en las formas ni en el fondo".

Finalmente, el sindicato lamenta que "el tan aireado talante del nuevo Gobierno no haya dado algo más de sí" y critica su negativa a subir el IVA que perciben los agricultores y a rebajar el impuesto de hidrocarburos.