Los sindicatos quieren abrir un nuevo frente de movilización en las calles para reclamar una subida de los salarios, que se sumaría a las batallas por las pensiones dignas y la igualdad de las mujeres. CCOO y UGT darán el pistoletazo de salida a esta lucha el próximo 22 de mayo con la convocatoria de concentraciones y manifestaciones ante las sedes de las patronales en todas las capitales españolas. Así lo anunció ayer en Zaragoza el secretario general de Comisiones Obreras, Unai Sordo, antes de participar en la jornada Perspectivas. Trabajo, tecnología y riqueza, celebrada en el Gran Hotel con la participación de 160 delegados sindicales de toda España. El objetivo, apuntó, es «mover» a CEOE y Cepyme de la «posición de bloqueo» que mantienen en la mesa de diálogo para el Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC).

«Ahora mismo no solo valen las buenas razones ni la apelación a la justicia social o a la eficacia económica. Hacen falta movilizaciones», aseguró el líder sindical, que apostó por un proceso de protestas sociales «creciente» en paralelo a la negociación con las organizaciones empresariales y el Gobierno. «Necesitamos recuperar salarios y particularmente los más bajos como un elemento fundamental de distribución de la renta y la riqueza», aseveró. Por ello, exigió introducir en los convenios retribuciones de, al menos, la «dignidad» de los 1.000 euros al mes.

EL REPARTO DE LA RIQUEZA

Con carácter general, los sindicatos piden una subida de los salarios del entorno del 3% para recuperar el poder adquisitivo perdido en los años de crisis, con variaciones al alza o a la baja según la situación de cada sector y en función de la productividad.

Sobre la posibilidad de que las movilizaciones desemboquen en una huelga general, el líder de CCOO dijo que ese no es el fin, pero no lo descartó si las patronales no reaccionan ante las demandas salariales. A su juicio, es «prioritario» repartir el crecimiento, ya que el PIB nacional ha subido a un ritmo del 2,8% desde el 2014 pero «el país sigue sufriendo una intensa devaluación salarial». «España crece pero mal y de manera cada vez más desigual», señaló, al tiempo que reclamó una mejora de la recaudación fiscal «para mantener un nivel de servicios y prestaciones públicas». De lo contrario, advirtió, se podría en riesgo la cohesión social.

Sobre las pensiones, consideró que las medidas pactadas por el Gobierno con Cs y PNV son «patadas hacia delante que no resuelven los problemas estructurales del sistema». Todo lo que no sea eliminar el factor de sostenibilidad y asegurar la revalorización de las pensiones, detalló, «no nos sirve». «No hay que pensar solo en las pensiones de esta legislatura, sino en las de las próximas generaciones», agregó.