Los trabajadores de Ryanair parecen haber perdido el miedo a la compañía que dirige el siempre polémico Michael O’Leary. La low cost irlandesa vivió ayer su jornada más negra al tener que hacer frente a una huelga de pilotos en cinco países que se convirtió en la protesta con más pasajeros afectados de su historia en un solo día. Pero el conflicto no está ni mucho menos solucionado: los sindicatos ya han avisado de que probablemente no será la última protesta.

Alrededor de 70.000 pasajeros en toda Europa sufrieron ayer las casi 400 cancelaciones que la aerolínea realizó de forma preventiva para evitar las escenas de caos en los aeropuertos, una imagen que logró ahorrarse en parte. Ello no significa que no hubiese perjudicados: las decenas de miles de viajeros que vieron como sus planes habían sido modificados.

Los pilotos de Ryanair de Irlanda, Bélgica, Holanda, Alemania y Suecia han parado 24 horas para reclamar mejoras en sus condiciones laborales (entre ellas, de salario). La firma ha tenido que hacer frente a una conflictividad interna creciente, lo que la llevó a ir dando pasos en el reconocimiento de, por ejemplo, algunos sindicatos independientes. Pero la firma no ha negociado o no ha llegado a acuerdos en otras cuestiones, y los empleados han dicho basta.

La primera gran protesta a la que tuvo que hacer frente fue la de los tripulantes de cabina. Los pasados 25 y 26 de julio, los tripulantes de cabina de España, Bélgica, Portugal e Italia hicieron huelga para pedir mejoras en sus condiciones laborales. Las negociaciones entre las partes están suspendidas hasta septiembre. Hubo 75.000 afectados.

Antes de esos paros, sin embargo, la empresa ya tuvo que asimilar otra movilización: la huelga de los pilotos de la aerolínea en Irlanda, que comenzaron sus protestas casi semanales el 12 de julio. Ryanair incluso reaccionó con más medidas de presión: anunció que habrá traslados o despidos en Irlanda porque reducirá un 20% la flota para destinarla a Polonia, ya que las huelgas han causado una caída de las reservas.

EN PIE DE GUERRA

Pero los pilotos de Irlanda han seguido haciendo huelga en otras jornadas. Y se sumaron a la de ayer, junto a sindicatos de otros cuatro países. El sindicato de pilotos de Ryanair en Irlanda, Forsa, denunció que la compañía ha respondido a las movilizaciones de sus trabajadores con «agresividad» y con advertencias sobre despidos, una queja muy similar a la que lanzaron los pilotos de Ryanair en Bélgica, que denunciaron en una protesta en el aeropuerto de Charleroi las reacciones «agresivas» de la compañía. Según el presidente de la Asociación Belga de Pilotos (BeCA), Alain Vanalderweireldt, por sus condiciones contractuales actuales, los trabajadores de Ryanair son «extremadamente vulnerables en cualquier circunstancia que suponga un desacuerdo con los empleadores».

«El hecho de que la compañía haya tenido que hacer frente a otras protestas en otros cuatro países, además de las huelgas de los tripulantes de cabina de hace dos semanas en varias jurisdicciones (España, Bélgica, Italia, y Portugal), demuestra que no es verdad» que las protestas en Irlanda sean casos aislados como dice Ryanair, explicó Fórsa en un comunicado. En el texto, también denunció la «falta de experiencia en asuntos de relaciones industriales» de Ryanair. El sindicato se sentará el lunes en la mesa de negociación después de que un mediador independiente vaya a moderar el proceso. No descartan nuevos paros.

Ingolf Schumacher, uno de los portavoces del sindicato alemán de piltos Vereinigung Cockpit (VC), advirtió de que los pilotos deben estar preparados para «una larga batalla» que puede durar meses. «Esta va a ser la tónica, no creo que esta huelga vaya a ser el final de las acciones», tal y como avisaron mientras fuentes del sindicato español de pilotos Sepla.