Los representantes sindicales de CAI (UGT, CCOO y Asipa) criticaron ayer la pasividad del Gobierno de Aragón a pesar de los avisos realizados por ellos mismos al consejero de Economía, Alberto Larraz. "No tengo duda de que hubo dejación de funciones y falta de control por parte de la DGA", afirmó Victoria Camarena (UGT), y añadió que "no pueden decir que no conocían la situación", en alusión a los problemas que surgieron en la cúpula de la entidad con Tomás García Montes al frente en el 2008 y el 2009.

"Les trasladamos nuestras preocupaciones, les exigimos más responsabilidad y su intervención... y hasta hoy", declaró Miguel Ángel Villalba (CCOO). En esta línea se pronunció el representante de Asipa, Gonzalo Postigo, que subrayó que la ley aragonesa de cajas daba competencia para actuar "de forma contundente" en la destitución o inhabilitación de cargos directivos, aunque "no se hizo nada". Según UGT y CCOO, incluso se produjo una reunión con Larraz que casi coincidió en el tiempo con la asamblea de empleados que llevó a la salida de Montes.