Miembros del comité de empresa de Endesa y delegados sindicales del Grupo Endesa --que emplea a unas 1.300 personas en Aragón-- se concentraron ayer ante la sede de la compañía en Zaragoza, para pedir un avance en las negociaciones del nuevo convenio colectivo, que, según explicó el presidente del órgano sindical, Fernando Ochoa, lleva 16 meses estancado. La protesta se encuadra en la campaña de movilizaciones que han iniciado los sindicatos de la eléctrica a nivel nacional para demandar la armonización de las condiciones laborales, tras la reordenación societaria que llevó a cabo la firma hace dos años (uniendo en una sola empresa a personal de varias compañías del grupo).

"El grupo Endesa tiene planteados graves problemas, ya que tras la reorganización se ha encontrado con que hay centros de trabajo donde las condiciones laborales de sus empleados están reguladas por 13 convenios distintos, con toda la complejidad que eso supone", señaló Ochoa. El presidente del comité comparó la situación a una "torre de Babel" que era necesario solucionar, igual que la armonización de las categorías profesionales. "Nos hemos encontrado con trabajadores que pese a realizar el mismo trabajo tienen una diferencia de cuatro categorías", recalcó.

Ochoa apuntó que el argumento esgrimido por la compañía a la hora de negarse a hacer esa armonización era el "elevado e inasumible coste" de la misma. "Pese a que ha acometido gastos millonarios derivados de su reordenación, como la firma de escrituras, la realización de campañas publicitarias o el patrocinio de programas televisivos, cuando llega el turno de los trabajadores dice que no puede", subrayó el representante sindical, quien consideró que el grupo contaba con margen, para lo que apeló a los positivos resultados registrados el pasado año.

"Endesa fue la que inició este problema y es ella quien tiene solucionarlo, pero no a costa de los trabajadores. Es una situación que tiene que solventar porque, además, está interfiriendo en la marcha de la compañía", añadió, al tiempo que criticaba la pretensión de la empresa de deducir el gasto de las reclasificaciones profesionales --que se pactaron en el anterior convenio-- de la subida salarial que se pueda negociar en el nuevo documento.

Por todo ello la representación sindical va a continuar con las movilizaciones previstas. "Si la empresa no responde, no descartamos la convocatoria de una huelga porque nos estamos jugando nuestro futuro", añadió el presidente del comité.