Con la premisa de que la lucha contra la desigualdad y la precariedad se conviertan en el objetivo del nuevo Gobierno, los sindicatos han tomado las calles en más de 80 localidades españolas con un grito unánime hacia el cambio. "Estamos aquí para decir alto y claro que queremos que cambien las políticas en nuestro país", resumía el dirigente sindical de UGT, Pepe Álvarez, al finalizar la manifestación de Madrid.

El secretario general de UGT y su homólogo de CCOO, Unai Sordo, han presidido la manifestación madrileña, protagonizada por la "ilusión y esperanza" que supuso el resultado de las urnas del domingo y que allana el camino hacia "un nuevo Gobierno progresista". "Estamos en un momento decisivo para la configuración de la sociedad española en los próximos 20 años, las elecciones han dado la posibilidad de contar con mayoría progresista que haga frente a la lucha contra la desigualdad", dijo Unai Sordo.

Cientos de personas partieron desde la Plaza de Neptuno hasta la madrileña Puerta del Sol, que no consiguió llenarse, detrás del lema 'La lucha continúa, más derechos, más igualdad y más cohesión, primero las personas', con el que los sindicatos reivindican que la agenda social se abra paso en la agenda política desde ya. El empleo de calidad, los sueldos dignos, el trabajo estable, la revalorización de las pensiones, la contratación y el desarrollo de planes de igualdad en las empresas son algunos de los principales reclamos.

Pero también otros grupos se mezclaron en la manifestación como un abultado número de personas del Partido Comunista y otro del Frente Obrero -"Obreros, precarios, revolucionarios"- que apuesta por una "política" en contra de la burocracia sindical. También los "yayoflautas" que reivindican "todo" lo que les resulta injusto, "desde las pensiones hasta la energía" o incluso un grupo de trabajadores del hotel Holiday Inn Madrid que se quejaba del recorte en los empleos por el fondo de inversión Blackstone.

En definitiva una fiesta del trabajo y de los trabajadores en la que se oyeron, en menos ocasiones de las que uno pensaría, proclamas como "qué viva la lucha de la clase obrera" o "el pueblo unido jamás será vencido".

Además de los representantes sindicales, en la marcha de este año estuvieron presentes algunos políticos como el ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos el año pasado estuvo en Pedro Sánchez-, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, el coordinador confederal de Izquierda Unida, Alberto Garzón, y también los candidatos de PSOE y Podemos a la alcaldía y la asamblea de Madrid, Pepu Hernández y Ángel Gabilondo, y Carlos Sánchez Matos y Sol Sánchez.

LOS PACTOS ELECTORALES, MUY PRESENTES

Los políticos y la política fueron los principales protagonistas de una marcha muy discreta. Los sindicatos se congratularon de que este primero de mayo era el primer día del cambio después de las elecciones del domingo y no cesaron en sus avisos a Pedro Sánchez sobre la necesidad de formar un Gobierno progresista. También algunos de los manifestantes con gritos a su llegada a la Puerta del Sol de "Con Rivera, no; con Rivera, no".

"Nos hemos ganado a pulso que nos oigan los futuros parlamentarios, que no queremos parches, efectivamente, con Rivera, no; con Pablo Casado, no y con Abascal ni a tomar una cerveza. Necesitamos un gobierno de izquierdas, de progreso, que haga frente a la situación de millones de trabajadores y trabajadoras de este país", respondió Pepe Álvarez a los gritos de la plaza. Y su homólogo en CCOO agregó la importancia del voto en las elecciones municipales y europeas del 26 de mayo para evitar la entrada de "neonacionalismos" de Le Pen, Vox o Salvini en Europa: "Son el huevo de la serpiente que este continente ya ha conocido y no se puede volver a permitir".

Y también hubo recado para la patronal. A la CEOE pidieron que mantuviese sus responsabilidades como agente social y no como lobbi. "No he oído nada cuando la competencia de las derechas planteaba una ruina del Estado, cuando había propuestas inconstitucionales, no han dicho nada hasta ahora. Se han puesto de perfil con el crecimiento de la extrema derecha y ahora quieren condicionar la formación de Gobierno", criticó Sordo.

LA HOJA DE RUTA AL NUEVO GOBIERNO

CCOO y UGT reclamaron en esta jornada un "nuevo contrato social" que empiece por la "corrección" de las reformas laborales que se hicieron, dijeron, para crear "más desigualdad" e insistieron en que antes de abordar el Estatuto de los Trabajadores tal y como propone el programa electoral del PSOE- hay que derogar la reforma laboral. "Hay que corregir la reforma laboral más temprano que tarde y el sistema de pensiones también", aseguró Sordo.

La tercera pata de las reclamaciones fue para "abordar sin complejos ni cuñadismos" las cuestiones de política fiscal. Los sindicatos apuestan porque el que más gane más aporte a las arcas públicas para garantizar los servicios públicos como la sanidad, la educación o la dependencia. "Esto no se va a poder hacer con acuerdos puntuales de geometría variable", repitió Unai Sordo insistentemente durante toda la jornada.

Además, los sindicatos requirieron definir y abordar los cambios en el modelo productivo fruto de la digitalización, el cambio climático, la formación profesional y la formación de los trabajadores y las trabajadoras.