Los sindicatos rechazaron ayer el primer esbozo de propuesta de subida de los salarios aprobada en la víspera por la patronal CEOE. Lo hicieron, eso sí, sin criticarla de forma cruda y mostrando también su disposición a negociar un acuerdo a partir de la semana que viene, lo que abre la puerta a que este año sí haya pacto, al contrario de lo que sucedió en el 2017.

La junta directiva de los empresarios españoles esbozó una propuesta de subida de en torno al 2%, sin un suelo de alza mínima y con la posibilidad de un incremento variable adicional del 1% ligado a factores como la productividad, la flexibilidad o la jornada.

Así trascendió, aunque oficialmente la organización solo informó de que preparaba una propuesta «en línea» con la del año pasado (entre el 1,2% y el 2%, más medio punto adicional de variable).

El secretario general de CCOO, Unai Sordo, tildó ayer de «absolutamente etérea» esta iniciativa de la CEOE, ya que ni siguiera es oficial, y advirtió de que «si la propuesta sitúa una banda baja de incremento salarial en el 1,2%, evidentemente esta banda no vale».

Su homólogo de UGT, Pepe Álvarez, también rechazó la pretensión de la CEOE y recordó que los sindicatos tienen previsto llevar una proposición conjunta mayor a la reunión del próximo 25 de enero.

A pesar de que las conversaciones se cerraron sin acuerdo el pasado verano, los agentes sociales están mostrando su disposición a alcanzar esta vez un pacto. Álvarez, así, aseguró que su sindicato acude «sin líneas rojas y con la mente abierta» a la negociación. «Creo que vamos a tener mucha capacidad para convencer a los empresarios. A algunos de ellos les he oído decir en la radio y la televisión que con 850 euros al mes no se puede vivir. Ahora se trata de plasmar esto en un acuerdo», aseguró en RNE.

Los sindicatos quieren que la subida de los sueldos permita la recuperación del poder adquisitivo tras años de caída y tenga en cuenta la inflación, el alza de los beneficios empresariales y las ganancias de productividad en cada sector que negocie un convenio. Además, pretenden que se fije un salario mínimo en los convenios de 1.000 euros, lo que beneficiaría especialmente a los trabajadores de la hostelería y del turismo.