El sistema antifalsificación de medicamentos en España ha cumplido un año. Tras inversiones cuantificadas en unos 200 millones de euros por parte de la patronal Farmaindustria el sistema se ha blindado ante la venta de fármacos falsificados, una práctica que nunca llegó a tener un impacto relevante. Al margen de la discutible necesidad de esa cuantiosa inversión, en el sector reconocen que tras haberla hecho, por exigencia comunitaria, la eficiencia del sistema farmacológico ha ganado muchos enteros. El denominado Sistema Español de Verificación de Medicamentos (Sevem) se ha convertido en el segundo gran proyecto colaborativo del sector farmacéutico tras Sigre (iniciativa de gestión ambiental de los residuos de medicamentos, con 19 años de vida).

Según datos de Farmaindustria, ya están conectados a la plataforma española 465 titulares de autorización de comercialización (TAC), 302 almacenes de distribución, la práctica totalidad de las farmacias (22.100) y 178 hospitales, mientras que en el sistema se han llegado a cargar 1.450 millones de presentaciones con identificador único y se han desactivado 285 millones de envases (con una actividad media diaria al cumplirse el primer año de actividad de 2 millones de envases desactivados). En este primer año se han realizado más de 770 millones de operaciones, con un porcentaje de éxito del 98%. Pese a las cuantiosas inversiones los socios del Sevem, que representan a los agentes de la cadena de distribución de medicamentos en nuestro país (Farmaindustria, Aeseg, Fedifar y Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos) se muestran satisfechos.

Mientras en España el proceso de adaptación se ha llevado con éxito, en otros países no ha habido tanto éxito. En Francia apenas tiene un par de decenas de oficinas de farmacia conectadas a su plataforma, o de Italia, al que la Comisión Europea ha concedido, como a Grecia, una moratoria para poner en marcha el sistema previsto por el reglamento europeo contra los medicamentos falsificados, porque ya disponía de uno propio. También Alemania contaba previamente con una plataforma para trazar los fármacos, por lo que no ha tenido que asumir el reto de crear un sistema partiendo de la nada.

El sistema de verificación de medicamentos afecta a los fármacos sujetos a receta médica que tienen que estar provistos de dos dispositivos de seguridad. El primero es un identificador único (en forma de código datamatrix) que contiene el código de producto, un número de serie de 20 caracteres generados por un algoritmo de aleatorización, el número de lote y la fecha de caducidad. De esta forma se puede verificar la autenticidad e identificar cada envase de medicamento de manera individual.

Adicionalmente, en el caso de España, y a requerimiento de las autoridades estatales, el código datamatrix contiene también el número nacional de reembolso, ya sea dentro del propio código de producto o en otro campo. El segundo dispositivo de seguridad es un sistema antimanipulación para garantizar que el envase no ha sido abierto desde su salida de la cadena de producción hasta su dispensación en la oficina de farmacia.