La celebración de Smopyc 2014 en la Feria de Zaragoza podría considerarse una epopeya. El Salón Internacional de Maquinaria para Obras Públicas, Construcción y Minería, que se celebra desde hoy hasta el sábado, ha sobrevivido a pesar del desplome del sector en el mercado nacional gracias a su apuesta por la internacionalización. Tras barajar un cambio de fecha ante las dudas de no poder llevarla a cabo con éxito, finalmente la organización del certamen decidió mantenerla "para no dar síntomas de debilidad", lo que hubiera sido aprovechado por otras ciudades para arrebatar la marca. Eso sí, las firmas participantes, aunque mayoritariamente extranjeras, se han reducido un 60% respecto a la edición anterior, en el 2011, hasta 720. La superficie de exposición también ha decrecido desde 96.000 hasta 61.000 metros cuadrados, que compartirá con la feria de logística Logis (del 1 al 3 de abril).

Este replanteamiento de estrategia ya fue avanzado por el presidente de la Feria de Zaragoza, Manuel Teruel, hace un mes, cuando presentó el salón hidríco Smagua, pero se ha acentuado en este caso debido a la situación especialmente delicada de la edificación y la obra pública a nivel nacional. "Con el enorme estoc de vivienda que hay que digerir y la caída del 55% en los presupuestos para construcción civil, España no es un mercado objetivo ni atractivo a corto plazo, por lo que tenemos que orientarnos a terceros países", señaló. "Hay que dar un salto cualitativo y pensar en un mercado mundial. El crecimiento de la Feria pasa por el sector exterior: atraer a más expositores y a más visitantes de fuera", insistió.

DATOS DEVASTADORES Según los datos ofrecidos ayer por Teruel, basados en la información de las asociaciones del sector, el consumo de cemento ha caído a niveles de 1962, con un desplome de la producción del 80%. El mismo descenso ha registrado el de material de construcción desde el 2007, mientras que el de áridos lleva seis ejercicios consecutivos a la baja, con un 25% de retroceso anual. Si a estas cifras se añade que los fabricantes nacionales de maquinaria de obras públicas facturaron 1.000 millones de euros en el exterior el último año, el doble que en el 2009, se obtiene como resultado un "mercado interior absolutamente plano y cuya recuperación va muy lenta", diagnosticó Teruel.

La organización del certamen prevé que el impacto económico de Smopyc en el territorio alcance los 60 millones de euros, frente a los 500 millones de hace tres años. Del mismo modo, se espera "intentar llegar" a 50.000 visitantes, lejos de los 88.000 que acudieron en la edición anterior. "Smopyc ha peligrado como peligran todas las ferias todos los años. Hay un apetito voraz por captar salones como FIMA o Smopyc, en este y en otros países", reconoció Teruel.

Asimismo, admitió que han recibido la negativa de asistencia de muchas empresas "ni aun regalando el suelo", por lo que quiso "agradecer el esfuerzo que han hecho los que sí han venido" y han apostado por el certamen aragonés. "La marca Smopyc ha sido lo suficientemente potente como para fidelizar un 60% de presencia extranjera cuando la actividad del sector ha caído un 80% en España", destacó.

Hasta el estallido de la burbuja inmobiliaria, las ferias de construcción aumentaban en número de empresas participantes, superficie de exposición y cantidad de visitantes al ritmo que crecía el sector. Sin embargo, en los últimos años, este tipo de salones ha tenido que adaptarse a la realidad económica española y, en consecuencia, transformarse para ofrecer a expositores y público un valor añadido. En este sentido, el certamen aragonés albergará una amplia oferta de maquinaria y equipos auxiliares para el sector, así como las últimas novedades y mejoras tecnológicas que repercutan en el incremento de la productividad, en el respeto al medio ambiente y con elevadas prestaciones en seguridad laboral.