El vicepresidente económico, Pedro Solbes, ha vuelto a poner sordina al programa electoral del PSOE. Solbes se mostró ayer partidario de mantener la actual tributación de las plusvalías, a pesar de reconocer que el programa electoral socialista apostaba por integrar las rentas del capital en la base general del impuesto sobre la renta (IRPF) para introducir "progresividad" en su tributación.

En un coloquio económico que tuvo lugar ayer en Madrid, Solbes abogó por esperar a que culminen las negociaciones con Suiza con el fin de contar con "un marco europeo" sobre el ahorro que sirva como referencia a la hora de adoptar cualquier decisión sobre su fiscalidad. Mientras, es partidario de "no hacer cambios en tiempos de mudanza".

En el primer paquete legislativo que aprobó el PP cuando ganó las elecciones de 1996, se decidió que las plusvalías (mobiliarias o inmobiliarias) tributaran en el IRPF de forma separada, a un tipo fijo del 20% (ahora, el tipo fijo es del 15%). El PP defendía mejorar la tributación del ahorro en un contexto de libre circulación de capitales.

La reforma fue recurrida por el PSOE ante el Tribunal Constitucional, por entender que el tipo único vulneraba los principios de igualdad, progresividad y capacidad económica. Los socialistas entendían que no era justo que las rentas del trabajo tributaran mucho más que las del capital. "Es injusto que el millón que se obtiene por la venta de acciones, de un fondo de inversión o de un piso, tribute menos que el millón que se gana con la nómina", dijeron. Los portavoces socialistas criticaban, además, que el tipo fijo beneficiaba "de forma desproporcionada y exorbitante" a los contribuyentes de mayor renta.

El mismo argumento se utilizó en los sucesivos recursos ante el Constitucional contra las posteriores reformas fiscales del PP (de 1998 y del 2002) y ha sido esgrimido con firmeza en la reciente campaña electoral por José Luis Rodríguez Zapatero. El programa defendía integrar las plusvalías en la base general del impuesto con un mínimo exento que el coordinador del programa económico, Miguel Sebastián, cifró en unos 6.000 euros (un millón de pesetas).

Solbes dijo ayer que también hay que tener en cuenta "la mejor utilización del ahorro en un contexto de libre circulación de capitales".

En general, Solbes se mostró partidario de "la estabilidad" en las normas fiscales y contrario al "activismo fiscal desmesurado". Dijo que el programa socialista hablaba de "una posible" revisión del IRPF --"algo que no descarto", admitió--, si bien, después de haber evaluado los resultados de las últimas reformas del PP.

Solbes apoyó el objetivo de un crecimiento del PIB en el entorno del 3% este año (el 2,8%) y el próximo y dijo que con estas tasas "el equilibrio presupuestario es lo mínimo". Se refirió al escenario presupuestario aprobado por el pasado Consejo de Ministros --que prevé un superávit creciente a partir del 2005-- y dijo que en él se encuadrarán las prioridades del Gobierno.