Los directivos aragoneses se instalan en un clima de moderación ya que solo el 40,6% creen que ampliarán la plantilla en los próximos meses y aún son menos, el 36,5%, los que afirman que la economía de Aragón mejorará. Así lo recoge la última muestra del indicador de opinión de la Asociación de Directivos y Ejecutivos de Aragón que se sitúa en estos dos aspectos muy por debajo de las previsiones del anterior informe, donde el 57,89% preveía contratar a más empleados y el 59,22% anticipaba una mejora general. En concreto, es la primera vez en cinco años que al menos la mitad de los empresarios no ven con optimismo la economía general.

Así lo recoge la encuesta sobre las previsiones para el segundo semestre del 2018 que se ha realizado a 218 directivos de distintos sectores (servicios, comercial, industrial y automoción). El informe fue presentado ayer en rueda de prensa por el presidente y el secretario general de ADEA, Salvador Arenere y Jorge Guillén.

La evolución de la plantilla contrasta también con la percepción que los empresarios han tenido en el primer semestre del año donde un 66,1% veían una mejora.

Las buenas noticias se mantienen en la facilidad con la que consiguen financiación las empresas donde los empresarios ven una mejora del 61,5% y un posible empeoramiento del 0%.

En lo referido a importaciones se mantendrán estables para el 78,2% y las exportaciones para el 54,5%. Aunque Guillén destacó que en este sector se ve «un punto negro» ya que el 10% aprecian una ligera desaceleración.

Por todo ello, desde ADEA recomendaron anticiparse al cambio de ciclo en la economía. «Es lo principal», destacó Arenere.

Este también reclamó que la posición «privilegiada» de Aragón en cuanto al paro, un 9,97% según los últimos datos de la EPA, debería reflejarse en una subida en los salarios de las empresas con buenos resultados. No obstante reseño que «el límite está en no perder la competitividad» e hizo un llamamiento al Gobierno para crear la oficina del inversor para atraer negocios y empresas necesarias y añadió que se debe reducir la burocracia y modernizar los procesos. «Conocemos el caso de un hotel en Teruel que tardó dos años en poder construirse. Eso no puede ser», destacó.

Y terminaron señalando que el turismo rural es la gran oportunidad para todas las provincias de la comunidad. Según Arenere se debe consolidar Aragón como destino preferente.