Solmasol, empresa promotora de una planta de combustión de biomasa en Monzón para la producción de energía, ha negado hoy que el Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga) haya encargado un nuevo estudio de emisiones contaminantes a la atmósfera.

Con esta afirmación, la empresa, del grupo Forestalia, sale al paso, en un comunicado, del anuncio hecho hoy por Ecologistas en Acción sobre la supuesta exigencia hecha por el Inaga de un nuevo informe de dispersión de contaminantes al no calcularse "adecuadamente" las emisiones en el estudio ya presentado.

Solmasol destaca que el requerimiento del Inaga no es de un nuevo estudio sino "simplemente" de información complementaria sobre el modelo seguido para el estudio de emisiones contaminantes.

Añade la promotora, que este modelo ya se presentó durante el proceso de revisión de oficio de la Autorización Ambiental Integrada dada al proyecto, y subraya que las peticiones de información complementaria son "habituales" en cualquier expediente.

Los promotores informan del encargo hecho a la consultora especializada independiente que realizó el estudio de emisiones para la elaboración de un informe complementario para aclarar "cuestiones metodológicas y fuentes seguidas".

"Se trata -destacan- de un mero trámite más, dentro del largo proceso ambiental que se está siguiendo".

Insisten, además, en que el proyecto previsto para Monzón no es una incineradora sino una planta de combustión de biomasa, "como las decenas que ya existen en toda España", recalcan.

La organización ecologista insistía hoy, sin embargo, en que la instalación de planta a 600 metros del casco urbano de la localidad oscense dañaría la salud de los ciudadanos, provocando un aumento de muertes prematuras por cáncer y enfermedades cardiorespiratorias.