El anuncio por parte de la dirección de la multinacional Seb-Moulinex de su intención de cerrar la factoría que tiene en Barbastro antes del próximo 30 de junio ha despertado la inquietud en la comarca del Somontano por los efectos inducidos que puede tener en otras empresas de la zona que trabajan para la fábrica de electrodomésticos. Así, según estimaciones realizadas por el comité, entre empresas que proveen de material, servicios de mantenimiento, limpieza y transporte, entre otros, la planta oscense da empleo indirecto a unas 150 personas.

El alcalde de Barbastro, Antonio Cosculluela, denunció ayer "el gran impacto social" que va a tener en toda la zona el cese de la actividad en la fábrica de electrodomésticos. "A los 270 despidos que se producirán en las próximas semanas, hay que añadir las repercusiones que va a tener en las empresas auxiliares que trabajan para Moulinex, ubicadas en distintos puntos de la comarca, así como entre aquellos empresarios que prestan servicios de limpieza, mantenimiento o transporte en la planta", incidió Cosculluela, quien recordó que a esta destrucción de empleo había que añadir los 135 despidos que se produjeron en Moulinex en febrero del pasado año.

EFECTO EN CADENA Asimismo, según explicó el presidente del comité de empresa, Juan José Leache, "el cierre va a tener una importante repercusión en todo Barbastro y sus efectos se van a sentir en todos los sectores". En este sentido, Leache comentó que unas primeras estimaciones del comité cifran en 600.000 euros mensuales el volumen de negocio que dejará de moverse en Barbastro por el cese de actividad en Moulinex. "Por todo ello, los efectos de la clausura de esta fábrica van más allá del terreno laboral, pasando a ser un problema social", añadió el presidente del comité de empresa.

Una apreciación que también comparte el Gobierno de Aragón, tal y como trasladó el director general de Trabajo del Ejecutivo autonómico, Angel Moreno, a los representantes de los trabajadores, en la reunión que mantuvieron ayer. Tras el encuentro, Leache destacó "la buena disposición" del Gobierno aragonés, "desde donde se nos ha manifestado un apoyo total". En este sentido, el presidente del comité comentó que Moreno les informó acerca de las gestiones que están realizando el Departamento de Economía y la Dirección General de Industria de cara a buscar un grupo inversor que esté interesado en adquirir la planta.

El consejero de Economía, Eduardo Bandrés, recalcó que el Gobierno de Aragón "no va a ser cómplice" del cierre de Moulinex, e insistió en que el Ejecutivo autonómico no aprobará ningún expediente de regulación presentado por la compañía, al entender que no existen razones económicas, productivas, ni tecnológicas que justifiquen el cierre. El presidente aragonés, Marcelino Iglesias, también se refirió a la decisión del grupo francés Seb-Moulinex, subrayando su "discrepancia" con la misma, "ya que no podemos entender que un grupo cierre su planta más rentable".

Por otro lado, los trabajadores ya han acordado distintas medidas de presión. La primera de ellas, según informó Leache, va a ser la de plantear a la dirección de la firma que se paralice la salida de la factoría de productos acabados, así como de material o maquinaria destinada al proceso productivo.