"¿Qué es más digno para el espíritu, sufrir los golpes y dardos de la insultante fortuna o tomar armas contra océanos de calamidades y, haciéndoles frente, acabar con ellas? Morir..., dormir; no más ¡Y pensar que con un sueño damos fin al pesar del corazón y al los mil naturales conflictos que constituyen la herencia de la carne! ¡He aquí un término devotamente apetecible! ¡Morir... dormir, tal vez soñar! ¡Si, ahí está el obstáculo! Pues es forzoso que nos detenga el considerar qué sueños pueden sobrevivir en ese sueño de la muerte, cuando nos hayamos liberado del torbellino de la vida. ¡Esta es la reflexión que da tan larga vida al infortunio!"

Este es el monólogo más celebre de la historia de la literatura occidental. Son las palabras que siguen al famosísimo "ser o no ser, he aquí la cuestión". Y, si sustituimos la alternativa del suicidio por algo menos drástico, sirven para describir el estado en que se haya los inversores en momentos como el actual.

¿Lo de Argentina es una pequeño fuego local o la mecha que prenderá una gran hoguera que se contagiará a las economías emergentes y derrumbará el débil equilibrio de los mercados? ¿Corrección tras las últimas semanas o cambio de tendencia? ¿Comprar o vender?

De momento predominan las ventas. El Ibex 35 ayer cayó el 1,12%, a los 9.758,40 puntos, con lo que ya ha perdido el 6,75% de su valor en seis sesiones. La prima de riesgo, sin embargo, cayó hasta los 208 puntos básicos