La Feria de Zaragoza se vuelve a convertir un año más --y ya van seis-- en un gran concesionario de coches usados, seminuevos y de kilómetro cero. Desde ayer y hasta las 21.00 horas del domingo, los 52 estands del Stock Car ponen a la venta más de 1.400 vehículos de 48 marcas diferentes con el claro objetivo de mejorar las cifras de la edición anterior. "En el 2013 se vendieron entre 550 y 600 coches; este año somos optimistas y esperamos superarlos", subrayó ayer el presidente de la Comisión de Automoción de la Cámara de Comercio de Zaragoza y uno de los impulsores del salón, José Serón.

Tal y como reconocían ayer los diferentes concesionarios, el escenario para batir los números del 2013 es más favorable que en pasados ejercicios. Las ventas de automóviles de ocasión han ganado peso en el sector debido a la falta de liquidez de las familias, que tampoco quieren pedir un crédito para comprar un vehículo. Eso ha provocado que estas operaciones hayan crecido en el primer trimestre en Aragón un 24% tras un incremento del 5% durante el año pasado.

OPTIMISMO Con todo, los profesionales del sector insisten en que la situación sigue siendo "complicada", por lo que depositan muchas esperanzas en el salón. Algunas firmas confían incluso en vender en estos cuatro días lo mismo que en todo un mes. "El objetivo es estimular las ventas y también renovar el parque de vehículos, porque eso mejorará la seguridad", subrayó el consejero de Industria, Arturo Aliaga, tras inaugurar la feria.

El salón, que abrirá de 11.00 a 21.00 horas y cuya entrada es gratuita, cuenta por primera vez con un pequeño expositor de motocicletas y con 40.000 metros cuadrados de superficie se ha convertido "en uno de los más importantes del sector en España", según dijo Serón, que recordó que la Feria ofrece un servicio gratuito de autobuses.

Ahora, los organizadores solo esperan superar los 20.000 visitantes del año pasado. Y para ello contarán un año más con el apoyo del Salón Aragonés del Turismo (Aratur), que celebra su novena edición.