La Comisión Federal de Bancos de Suiza investiga los lazos entre Geslat, filial de Parmalat, y la sociedad financiera Credito Privato Commerciale (CPC), que le suministró servicios contables y cuya sede se encontraba en el mismo inmueble de Lugano que Geslat, informó ayer el diario ginebrino Le Temps .

En un fax dirigido al diario suizo, el exadministrador de CPC, Giovanni Sartori, afirma que esa sociedad financiera es "completamente independiente" de Parmalat. Sin embargo, los lazos entre Parmalat y Geslat aparecieron en el 2003. Parmalat reveló entonces que Geslat había establecido relación en 1999 con Buconero, una sociedad pantalla de Delaware (EEUU), controlada a su vez por el banco Citigroup. Por intermediación de Buconero y Geslat, Citigroup había invertido 117 millones de euros en Parmalat, transacción que el grupo bancario defiende como "correcta".

Una demanda colectiva presentada en EEUU contra los exdirectivos de Parmalat parte del supuesto del carácter fraudulento de la transacción, ya que esos 117 millones de euros, presentados como una participación en el capital de la firma italiana, eran en realidad una deuda contraída con el Citigroup.

No es ésa la única pista suiza en el escándalo Parmalat, sino que, según el diario italiano Corriere della Sera , el exdirector financiero del grupo, Fausto Tonna, encarcelado en Italia desde finales de diciembre, ha declarado que Bonlat, sociedad domiciliada las islas Caimán, era administrada desde Suiza. Bonlat permitió supuestamente inflar el balance del grupo multiplicando las transacciones financieras con Parmalat.