La transformación digital lo está cambiando todo: el modo en el que consumimos, la manera en la que nos relacionamos y la forma que tienen las empresas de vender sus productos y servicios. Sin embargo, la empresa aragonesa tiene una asignatura pendiente que se llama digitalización, ya que se sitúa por debajo de la media española en dicho proceso.

Esta fue una de las conclusiones que se extrajo ayer en la jornada Big Day, Digital Data, organizada por BBVA y la Cámara de Comercio de Zaragoza en la capital aragonesa. El economista jefe para España de BBVA Research, Miguel Cardoso; el representante de BBVA Data&Analytics, Javier García; y el presidente de la Cámara de Zaragoza, Manuel Teruel, presentaron este evento que tuvo como objetivo promover este paso en las pymes. «La mejora de la competitividad de las empresas pasa por dar un salto tecnológico», remarcó ayer Manuel Teruel. No obstante, «Aragón es la duodécima comunidad autónoma con empresas con el índice de digitalización más bajo de España», recordó Miguel Cardoso.

En este sentido, el 77% de las empresas aragonesas dispone de página web, el 22% proporciona facturas digitales y un 15% de ellas permite hacer reservas on line, según los datos facilitados ayer por BBVA Research. Ambas variables se sitúan «por debajo de la media de España y también de la de Europa», indicó Cardoso, que se mostró optimista porque la comunidad «tiene un gran espacio de mejora».

OBJETIVOS Y RETOS

De optimizarse este proceso, la digitalización conseguiría «reducir la tasa de desempleo», «potenciar la productividad» y enfrentar el reto del «envejecimiento demográfico», aseguró Cardoso. En el terreno empresarial, lograría «alcanzar nuevos mercados» y «aumentar la productividad».

Por el contrario, los problemas del lento desarrollo de la digitalización en Aragón, según enumeró Manuel Teruel, son «la renta per cápita, la hegemonía del mundo rural y la densidad demográfica de la comunidad».

Las empresas que consigan digitalizarse y «sigan una estrategia de datos competirán mejor», señaló Javier García, aunque explicó que la información extraída de los datos financieros tienen muchas más aplicaciones. Y añadió: «los datos son el nuevo petróleo, sirven como combustible para dar respuesta a los consumidores y a las empresas que trabajan para ellos», comparó el experto.