Tras tres días de huelga, los taxistas volvieron a circular. Desde la madrugada de ayer ya se les podía ver por las calles y las paradas de la ciudad recuperaban su aspecto habitual. En concreto, el Paseo Independencia era el que mejor ejemplificaba la vuelta ya que por sus carriles había más taxis que vehículos privados.

Vicente, un taxista apostado en una de las paradas del conocido paseo zaragozano, comentaba que había vivido la huelga con «mucha tranquilidad, en casa». Afirmaba que al ser solo tres días no se había resentido la economía familiar pero que muchos días de los que circula, lo hace «perdiendo dinero». Al ser preguntado por sus ganancias, contestaba que son muy «variables» pero que alrededor de los 120 euros si «el día es bueno».

Óscar, otro taxista apostado enfrente del compañero sí que reconocía que la economía se había visto afectada «un poquito». Ambos afirmaban que volverían las movilizaciones si el Gobierno no hacía caso. En concreto, Vicente auguraba que en septiembre todo seguiría igual y que los políticos no harían nada.

Un poco más optimista se mostraba Miguel Ángel Perdiguero, secretario de los taxistas de Zaragoza que hacía un balance positivo de las movilizaciones ya que el Consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda, José Luis Soro, les había transmitido «buena voluntad política» y afirmaba que habría que ver qué pasaba en próximas reuniones. Al mismo tiempo aseguraba que si se les engañaba volverían a parar «todos unidos» ya que para eso habían mostrado al Gobierno el «poder de la unión». Por este poder decidieron desconvocar los paros, ya que «al acabar con la huelga Madrid y Barcelona no tenía sentido continuar nosotros».

Balance económico

En cuanto al balance económico, es decir a las posibles pérdidas que estos paros podían haber ocasionado entre el colectivo de taxistas o entre la cooperativa, Perdiguero reconocía no tener cifras. Esto era debido a que en «estos meses de verano baja la actividad de la ciudad hasta un 50%» y lo único que podía certificar era que había afectado a «los taxistas, a la cooperativa y a las gasolineras que tenemos propias».