La estadounidense BellSouth, con sede en Atlanta, confirmó ayer que mantiene conversaciones con Telefónica para que la operadora española adquiera sus activos en 10 empresas en Latinoamérica. Más allá de la escueta confirmación, el grupo calificó la noticia como "prematura". La norteamericana está dispuesta a beneficiarse del duelo por el liderazgo de la telefonía celular en Latinoamérica que mantienen César Alierta, presidente de Telefónica, y Carlos Slim, presidente de la mexicana Telmex y América Móviles.

Para Alierta, si la operación llega a buen puerto, resultará la más grande de la historia de la compañía, después de tres años de saneamientos financieros y de arreglos de los desaguisados de la era Villalonga y del primer Gobierno de José María Aznar. En este tiempo, el mercado ha acusado al presidente de la operadora de falta de estrategia.

La operación, que costaría entre 4.500 y 5.000 millones de euros (unos 831.000 millones de pesetas), sin incluir a los minoritarios y aportaría a Telefónica Móviles 10 millones más de clientes, situaría al Grupo Telefónica como líder en telefonía celular en América Latina, con 42 millones, algo menos que América Móvil, la compañía de Slim, que posee 45 millones de abonados. La española ya es número uno en telefonía fija. Alierta, que hace meses que negocia la operación, tendrá que hacer frente a las intenciones de los mexicanos, dispuestos a sustituir a AT&T y MCI en Colombia, Argentina, Chile, Brasil y Perú, como ha explicado a los analistas Jaime Chico Pardo, consejero delegado de Telmex. Y ahora también a quedarse con las acciones de BellSouth, en las diferentes operadoras de Argentina, Chile, Ecuador, Venezuela, Colombia, Uruguay y en Perú.