Los beneficios de Telefónica sufrieron un serio revés en el primer trimestre de este año. En el informe de resultados presentado hoy por la operadora se refleja que su beneficio neto atribuído se situó entre enero y marzo en 406 millones de euros, un descenso del 56,2% respecto al mismo periodo del año anterior. Estos resultados y la crisis provocada por el Covid-19 obligarán a la compañia a abandonar sus objetivos financieros prefijados, aunque han optado por mantener el dividendo de 0,40 euros por acción.

José María Álvarez-Pallete, presidente de la compañía, no oculta que el descenso de beneficios condiciona los nuevos planes de acción. No obstante ha señalado que "la crisis ha tenido un impacto limitado en el primer trimestre de 2020, en el que nuestros cuatro mercados clave (España, Alemania, Reino Unido y Brasil) se han comportado bien en un entorno único y desafiante".

Respecto a los efectos de la pandemia, Álvarez-Pallete reconoce que "es pronto para poder valorar el alcance, pero contamos con varias palancas para mitigar potenciales impactos negativos, ya que continuará gestionando la inversión y los costes, centrándonos en la estabilidad del flujo de caja operativo, al mismo tiempo que contamos con un balance sólido y con una fuerte posición de liquidez".

Los resultados en cuanto a ingresos durante los tres primeros meses del año se colocaron en 11.366 millones de euros, un 5,1% menos que de enero a marzo de 2019. La caída de ingresos se explica en parte por la menor cifra de ganancias por servicios (-1,4%) y por la venta de terminales (-0,8%).

El beneficio bruto antes de amortizaciones (Oibda) ofreció un descenso del 11,8% en términos reportados y un 1,7% menos en orgánicos, consignando 3.760 millones de euros. La afectación sobre las plusvalías por la venta de activos y la evolución de divisas supuso 189 millones de euros.

Menor deuda

En el apartado positivo, Telefónica destaca la reducción de su deuda neta en 38.223 millones de euros, un 5,3% menos en lo que va de año, aunque crece 479 millones desde diciembre por la amortización neta de instrumentos de capital, la retribución al accionista y los compromisos de origen laboral . De hecho, Telefónica viene manteniendo un buen comportamiento en este terreno desde junio de 2016 cuando presentaba unas cifras de 52.200 millones de euros negativos.

Las actividades de financiación se mantienen enfocadas a mantener una posición de liquidez, además de refinanciar y extender vencimientos de deuda. Con ello el trimestre esta actividad cerró con 2.342 millones de euros.

En lo referente a las inversiones de Telefónica, éstas supusieron en el primer trimestre del año un 4,4% menos respecto al año 2019 en términos reportados, con 1.485 millones de euros y su flujo de caja libre ascendió a 233 millones de euros.