Una mejora salarial, mayor estabilidad en el empleo y el mantenimiento de las condiciones laborales en las distintas empresas que realizan los servicios son algunas de las reivindicaciones que los trabajadores del sector de telemárketing quieren que queden recogidas en el nuevo convenio colectivo que están negociando. No obstante, ante la situación de bloqueo que, desde enero, atraviesan las conversaciones sobre el documento, delegados sindicales de CCOO, UGT y CGT se volvieron a concentrar ayer en Zaragoza para exigir avances en la negociación. Los días 7, 23 y 30 de diciembre hay convocadas jornadas de huelga.

En la comunidad, y concentradas sobre todo en Zaragoza, hay dos grandes firmas de teleoperadores: Qualytel, que presta sus servicios a Amena, y Eurocen, que trabaja para Telefónica Móviles. Entre ambas aglutinan la mayor parte del empleo, unos 1.200 trabajadores. Otras decenas de pequeñas empresas suman en torno a mil puestos.

El sueldo bruto anual por jornada completa de la categoría de teleoperador (la mayoría, según los sindicatos), se sitúa en 10.487 euros. Con las movilizaciones se pretende lograr aumentos salariales, estabilidad en el empleo y el mantenimiento de las condiciones laborales en las distintas empresas. En la actualidad, cuando una empresa de telemárketing pierde su contrato ante otra que hace el trabajo más barato a la operadora contratante, "los trabajadores que pretendan ser contratados por la nueva pierden los derechos obtenidos hasta entonces". Amena, dicen los sindicatos, ha contratado a cinco empresas distintas en cuatro años.

"Es un sector en el que las empresas no sienten ningún escrúpulo en incumplir normas, acuerdos o sentencias, al servicio de las grandes operadoras". Qualytel ha impuesto un recorte unilateral de 10 minutos en los descansos y a Eurocen se le convocó una huelga el 12 de octubre por incumplir un fallo del TSJA que obligaba a respetar un acuerdo entre la dirección y el comité para cerrar el día del Pilar en Zaragoza.