La incertidumbre comienza a respirarse en la planta de Opel España y en las del resto de Europa. El plan de los 100 días, diseñado por la marca alemana y el grupo francés PSA, quiere acabar con más de 16 años de pérdidas, un lastre demasiado pesado para Carlos Tavares, el presidente del segundo grupo automovilístico europeo, al que no le va a temblar el pulso a la hora de tomar medidas para cambiar los números rojos por negros. La rentabilidad es innegociable para él. La pregunta es: ¿Qué efectos tendrá ese plan en Figueruelas?

Distintas fuentes consultadas por este diario aseguran que, aunque los ahorros previstos serán importantes, no se esperan decisiones excesivamente traumáticas. Eso sí, habrá que hacer sacrificios que implicarán a todos a partir de ahora, y se introducirán nuevas prácticas que darán una idea de cuál será el camino a seguir y la nueva filosofía empresarial.

El jefe de PSA, Carlos Tavares, certificó déficits de competitividad «enormes» en Opel tras su primera ronda a las seis plantas de ensamblaje europeas hace ya unos meses. Y mañana se conocerán los detalles del cambio de era en Opel España. El objetivo es que las medidas que se apliquen consigan alcanzar una rentabilidad del 2% en el año 2020.

Esta reestructuración llega en plena negociación del convenio colectivo de Opel España. Ayer mismo, los sindicatos comunicaron a la dirección su rechazo a la propuesta de la dirección de aplicar ajustes en materia de salud laboral, principalmente en las incapacidades temporales. Y el tema quedó aparcado hasta pisar tierra firme y conocer los detalles del plan de Opel.

Ajustes

«En la factoría existe mucha incertidumbre por conocer qué pasará a partir de mañana», apunta una fuente sindical de Figueruelas, que reconoce que habrá que resolver algunas incógnitas como qué ocurrirá en la línea 2 (la del Corsa), que produce por debajo de lo habitual, lo que obliga a fijar días de paro. Por el contrario, la línea 1 (Crossland X, Aircross y Mokka) se encuentra a pleno rendimiento. En este escenario, la flexibilidad se antoja como una de las soluciones al problema. De hecho, la firma ya ha planteado, en el marco de la negociación del convenio, trabajar seis días por semana durante todo el 2018 para hacer frente a la demanda de los tres modelos de la línea 2.

Para compensar la escasa carga de trabajo de la línea del Corsa existen dos alternativas. La primera pasa por producir un nuevo modelo en Figueruelas -se barajaba que se adjudicase a la planta el sustituto del Adam-, algo que parece improbable tras la filtración a la prensa alemana de que el plan de los 100 días supondrá una reducción de modelos de la marca Opel. La otra variable sería permitir bascular trabajadores de una línea a otra para compartir días de paro y sacrificio. En cualquier caso, uno de los objetivos de PSA es reducir el tiempo de fabricación por coche y los costes.

Menos modelos

Uno de los objetivos de PSA será reducir el número de modelos de Opel y también controlará los descuentos aplicados a la división alemana. Para disminuir los costes, el grupo francés utilizará su propia tecnología y sus plataformas de vehículos en futuros modelos de Opel. En este escenario, Figueruelas cuenta con la ventaja de que el Crossland X y el Aircross están diseñados bajo la batuta y tecnología de PSA. Mientras, la nueva generación del Corsa, que comenzará a fabricarse en el 2019 en Zaragoza, es uno de los modelos estrella de Opel, por lo que su producción no parece que corra peligro. El Mokka X se irá a partir del 2019 a Eisenach (Alemania).

Tampoco se espera que lleguen nuevos modelos a Zaragoza, aunque comparte plataforma con vehículos como el Peugeot 208, por lo que hay quien no descarta que este modelo pueda fabricarse, si así lo decide PSA, también en Figueruelas.

Las cifras

Uno de los temores del plan de los 100 días es el efecto en el empleo. Opel cuenta en estos momentos con un total de 38.000 trabajadores en Europa (la mitad en Alemania), de los que unos 5.500 pertenecen a la factoría de Zaragoza. En el foco están las plantas de Inglaterra. En Ellesmere Port ya se anunció hace unas semanas el recorte de 400 empleos, y el brexit es una incertidumbre que puede precipitar más salidas.