Sobre el papel, el 2014 iba a ser un buen año para el sector minero-eléctrico de Teruel, pero está siendo todo lo contrario. Esto se debe a que no se está cumpliendo con la producción de energía asignada a las centrales de carbón por el Ministerio de Industria, una informalidad que se ha repetido en los últimos años. La mayor central española que quema mineral autóctono es la de Andorra, que en lo que va de año ha estado medio parada: solo ha funcionado el equivalente a 18 jornadas completas. Esta baja carga de trabajo, que tiene visos de continuar así hasta al menos el mes de mayo, ha provocado los primeros efectos en el empleo de las subcontratas. De no cambiar la situación, los recortes se intensificarán y se extenderán al resto de actividades ligadas al que es el principal motor económico de Teruel.

La central andorrana, propiedad de Endesa, ha trabajo poco y de manera intermitente. Entre el 1 y el 23 de enero generó 179 gigavatios por hora y después estuvo parada hasta principios de marzo. Hace unos días recuperó el aliento, pero solo con uno de sus tres grupos de generación. Este ritmo está muy alejado del cupo que el Gobierno le asignó para el 2014: 6.200 gigavatios por hora, unos 516 cada mes. Las cifras son incluso peores que las del año pasado por estas fechas.

El empleo auxiliar se resiente. Daorje, una subcontrata que desarrolla labores de limpieza en la térmica, está negociando un ERE para su plantilla (18 trabajadores fijos y unos 50 temporales). Y Maesa, encargada del mantenimiento de la central, está planteando a sus empleados (80 temporales) traslados a otros centros, incluso del extranjero.

ACUERDOS INCUMPLIDOS La propia Endesa ha movido ficha y ha hecho una propuesta al comité para cambiar el sistema organizativo de horarios y jornadas. Mientras, las empresas mineras estudian la adopción de medidas de flexibilidad en vistas de que la térmica no se prevé que remonte hasta mayo, cuando la eólica y la hidráulica empiezan a decaer. "De qué sirven los acuerdos y los planes si al final no se cumplen", lamentó el presidente del comité de Endesa, Antonio Donoso (UGT), quien reclamó al ministerio que reaccione.

Por otra parte, los sindicatos de la central recalcaron que la inversión de 200 millones que Endesa ha anunciado para la térmica de Carboneras (Almería) no afecta al futuro de la Teruel. No obstante, recriminaron a la compañía que mantenga la incertidumbre sobre si acometerá la reforma necesaria para alargar la vida de este complejo.