El límite de 90,15 euros para que los turistas extracomunitarios puedan recuperar el IVA aplicado en sus compras en España está a punto de desaparecer. El proyecto de ley de Presupuestos del Estado incorporó la semana pasada una enmienda del PP y Ciudadanos, a propuesta del pequeño comercio, por la que se suprime el límite vigente de 90,15 euros por factura para lo que se conoce como tax free (libre de impuestos), de modo que los turistas extracomunitarios podrán solicitar la devolución del IVA para las compras de pequeño importe.

La enmienda ha quedado incorporada en el proyecto que ya tramita el Senado y que, salvo sobresaltos políticos de última hora, debería estar aprobado a mediados de junio. ERC y PDCat habían presentado enmiendas similares. «Se ha aceptado la enmienda en los términos que habíamos propuesto y tenemos que mostrar nuestra satisfacción porque es una medida que va a contribuir a dinamizar las ventas», precisa el secretario general de la Confederación Española de Comercio (CEC), José Guerrero.

«La medida es una adaptación a las circunstancias del mercado turístico español. España ha tenido un boom y para los turistas, sobre todo extracomunitarios, el que se les pueda ofrecer un descuento al eliminar el pago del IVA es un atractivo, y es beneficioso para ellos y para nuestros comerciantes, que pueden aumentar sus ventas», añade.

La ley del impuesto sobre el valor añadido, de1992, fijaba el valor mínimo para acceder a la devolución del IVA por parte de turistas extracomunitarios en 15.000 pesetas (90,15 euros).

Esta cantidad sitúa a España como el cuarto país con un límite más alto, por detrás de Eslovaquia (175,01 euros), Francia (175,01 euros) e Italia (154,95 euros) y en el polo opuesto de países como Reino Unido (30 libras) o Alemania (25 euros), según el operador internacional de tax free Global Blue.

PROCESO ELECTRÓNICO / Para el secretario general de la CEC, era «el momento oportuno» para apostar por la reducción de este límite debido a la necesidad de «absorber al turismo de compras» y la impronta de la digitalización, puesta en marcha con la incorporación de un nuevo procedimiento electrónico que reduce el coste administrativo de la devolución y logra hacer algo que en otro momento hubiera sido muy difícil.

Según datos de la organización de comerciantes, la desaparición del mínimo aumentará la facturación del pequeño comercio hasta en 120 millones al año y su implantación se notará especialmente en las ventas de mercancías de fabricación española como calzado, moda, accesorios, productos alimenticios, juguetes, artículos de belleza o de perfumería, cuyos precios medios están por debajo de esos 90,15 euros.

Además, no conllevará ningún impacto fiscal, pues la posible pérdida de recaudación se compensaría por el aumento de la actividad económica, según un informe del profesor Francesco Sandulli para la CEC. Se calcula que el impacto económico será de entre 320 y 477 millones, lo que supone una reactivación del comercio minorista con entre 5.057 y 7.544 nuevos empleos.

«Cuando un turista compra algo y su intención es sacarlo fuera de la UE, lo que se está realizando es similar a una exportación y las exportaciones están fuera del IVA porque constituyen un bien que no se consumirá aquí», explican fuentes de la CEOE para justificar la medida.