Mientras el presidente del BCE, Mario Draghi, sacó ayer su artillería contra el bajo crecimiento y la baja inflación en la zona euro, la bolsa española subió de golpe el 2%, la cotización del euro cayó por debajo de 1,3 dólares y hasta el propio sindicado UGT aplaudió las medidas sin precedentes que auguran más crédito y más barato, más inversión (y empleo), más exportación y ahorros en deuda pública.