El conflicto laboral en la planta zaragozana de Megasa (hasta hace un año y medio en manos de Arcelor Mittal) se enquista por momentos. La negativa de la dirección a negociar el recorte salarial y social que quiere imponer en la acería está tensando aún más la cuerda con los representantes sindicales, que no están dispuestos a aceptar que el convenio del Metal de la provincia de Zaragoza sea la norma que regule a partir de ahora las condiciones económicas y laborales en la empresa. Ayer, lo volvieron a demostrar con una concentración de protesta en la plaza de España de Zaragoza a la que acudieron cerca de 300 personas y ya avisan de que intensificarán las protestas en las próximas semanas si la dirección sigue «cerrada en banda».

Por el momento, los paros parciales de dos horas por turno han sido secundados de forma «mayoritaria» por la plantilla de producción de la fábrica, denominada Megasider y que emplea a unos 240 trabajadores. «Si la dirección sigue imponiendo los recortes endureceremos el calendario de movilizaciones y los paros en las próximas semanas», indicaron fuentes de CCOO y del comité.

La reunión celebrada ayer en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA) no sirvió sino para confirmar el clima de tensión entre las partes. Así, y ante la «cerrazón» de la empresa, el comité convocó nuevos paros parciales para mañana, el jueves y el viernes en todos los turnos.

UNA PROPUESTA «INASUMIBLE»

La propuesta que la empresa gallega ha dejado encima de la mesa rebaja las condiciones económicas de forma considerable, con una reducción del 20% de los salarios de los trabajadores. También recoge aumentos de jornada anual, la reducción de las primas de producción o la eliminación de beneficios sociales como el servicio de lavandería, las becas de estudio para los hijos o cupones de compra, entre otras cuestiones,

La situación laboral de la acería, ubicada en el Parque Tecnológico del Reciclado (PTR), se ha ido deteriorando en el último año. De hecho, los nuevos propietarios han llevado a cabo un goteo de despidos individuales que ha afectado a media docena de trabajadores, una medida con la que quería «meter miedo» en la plantilla, apuntan las mismas fuentes, de cara a la negociación del nuevo convenio, que se inició el pasado mes de noviembre.

«Lo que no puede ser es que la empresa nos robe nuestra capacidad legítima a negociar», insistieron ayer las citadas fuentes, que agradecieron la presencia en la concentración de ayer de otras secciones sindicales de CCOO de empresas como Exide, Opel o ABB.