El sector del transporte de viajeros por carretera de la provincia de Zaragoza no irá finalmente a la huelga. Los trabajadores decidieron en las asambleas celebradas el viernes por la tarde y ayer por la mañana desconvocar los paros indefinidos, que iban a comenzar mañana a las 5.00 horas, y aceptar la propuesta de convenio presentada el viernes por la patronal. La protesta, convocada por UGT y CCOO contra el bloqueo en la negociación, amenazaba con trastocar la vida diaria de miles de zaragozanos. Así, las mayores afecciones se esperaban en los autobuses de empresas y colegios, ya que no contaban con servicios mínimos a diferencia de las líneas regulares de barrios rurales y grandes capitales.

Los sindicatos decidieron que fueran los trabajadores los que tuvieran la última palabra y estos alejaron ayer la amenaza de huelga. En concreto, el 80% de los 312 empleados que ejercieron su derecho a voto en las asambleas aceptaron la oferta empresarial.

El principal punto de conflicto en la negociación del convenio colectivo, que llevaba 15 meses bloqueada, era la negativa de las empresas a regularizar la jornada de trabajo. UGT reconoció ayer que las propuestas sindicales en esta materia «no se ven atendidas en su totalidad» en la última oferta, aunque indicó que se producen «avances», como la obligatoriedad de entrega del parte de trabajo por parte de las empresas, así como la elaboración de un calendario laboral anual que contemple los descansos, las vacaciones y los festivos. «Esto supone un ligero avance a la hora de poder regular las jornadas y cumplir con la legislación vigente», indicó el responsable del sector en UGT Aragón, Eugenio Novella, que apuntó que con el acuerdo también se frustran las pretensiones de la patronal de partir la jornada dos veces y computar solamente el tiempo productivo.

OPORTUNIDAD PERDIDA / La propuesta, sin embargo, no ha convencido a CCOO, que califica de «mínimos» los avances en esta materia. De hecho, el sindicato no va a firmar el acuerdo, si bien saldrá adelante porque UGT tiene la mayoría. «La propuesta de la patronal es escasa, más allá de que no se puede convocar una asamblea con cuatro horas de antelación», comentó el responsable del sector en CCOO Aragón, Carlos Covelo, que lamentó «la oportunidad perdida». UGT pidió ayuda al Gobierno autonómico para que se controlen más las jornadas y pongan especial interés en el cumplimiento de la legislación en el sector.

La negociación del convenio, que afecta en la provincia a 1.200 empleados, no suscitó tantos problemas en materia salarial. Finalmente se han fijado unos incrementos salariales del 1,6% para el 2016, del 1,5% para el 2017 y del 1,8% para el 2018.