Más de las mitad del alza de la inflación acumulada en los cinco primeros meses del año (el 54%) se debe a las subidas de precios del transporte y la alimentación. El transporte subió un 37% y los alimentos un 17%, según explicó ayer el secretario de Estado de Economía, David Vegara, durante su primera comparecencia ante el Senado. Este fenómeno obedece a razones "exógenas, transitorias y generalizadas" e insistió en que es preferible no adoptar medidas precipitadas, que se agotan en sí mismas en el corto plazo y tienen efectos "perversos".

Las cifras de abril y mayo, además, se ven afectadas al comparar con los mismos meses de 2003, cuando cayeron los precios por el fin de la guerra de Irak. Además, "los combustibles y los carburantes pesan más en nuestra estructura de consumo, que en otras economías de la UE".

Vergara respondió a los senadores que no piensa en un plan de medidas de choque, sino en la articulación de una política económica coherente. En cuanto a las medidas sobre competencia y competitividad para determinados alimentos, primero hay que identificar cuáles son los "comportamientos anticompetitivos", afirmó, tener claras las medidas y, por último, "no tomar decisiones sólo a corto plazo".