La Sección Cuarta de lo Penal de la Audiencia Nacional decidió ayer que no es necesario imponer medida cautelar alguna al expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa ni a su sucesor, Rodrigo Rato, mientras sus condenas respectivas de seis y cuatro años y medio de cárcel por las black no sean firmes, ya que no aprecia que sus circunstancias hayan cambiado o exista un mayor riesgo de fuga. La misma Sala que les condenó apela a la presunción de inocencia de ambos hasta que el Tribunal Supremo revise la sentencia y destaca que el «comportamiento procesal» de Blesa «ha sido intachable» y el de Rato, «cabal».

El fiscal Alejandro Luzón había pedido al tribunal que impusiera una fianza de entre 75.000 y 100.000 euros a Miguel Blesa para que pudiera evitar ingresar ya en prisión. Para Rodrigo Rato, ni siquiera solicitó la retirada de pasaporte, al entender que era suficiente garantía que lo hubiera entregado en el procedimiento en el que se investiga su patrimonio. La Confederación Intersindical de Crédito (CIC), que ejerce la acusación popular, sí había reclamado el ingreso en prisión de ambos. La acusación de la CIC pidió el encarcelamiento de Blesa o en su defecto retirada de pasaporte, medida que también extendió a Rato, al sostener que la investigación de los posibles delitos fiscales que haya podido cometer es independiente de la de las tarjetas opacas.

El tribunal ha desoído todas las peticiones y afirma que en el caso de Blesa, además de su comportamiento procesal «intachable», ha de tenerse en cuenta que «sus bienes se encuentran embargados» y que está casado, tiene nietos y se encuentra próximo a cumplir 70 años, lo que «revela inequívocamente un arraigo en su país en todos los órdenes de la vida».

Además, reprocha al fiscal que aludiera a unas diligencias abiertas por blanqueo de capitales a través de sociedades radicadas en las Islas Vírgenes, cuando la vinculación del expresidente de Caja Madrid con esa mercantil se reduce a los años 1992 y 1993, motivo por el que añade que «no parece que con tal dato se puedan extraer consecuencias adversas» para él. El fiscal también recordó que Blesa se enfrenta a una petición de otros cuatro años de cárcel por el caso de los sobresueldos de exdirectivos de Caja Madrid.

En el caso de Rato, el tribunal afirma que «no hay méritos para atender a las peticiones» de las acusaciones de modificar su situación personal, que ha sido de «sujeción al procedimiento a lo largo del juicio oral, siendo aventurado e inconsistente» que esa actitud «vaya a ser vulnerada por la sentencia dictada en su contra». El expresidente de Bankia también está imputado por la salida a Bolsa de la entidad, mientras que Blesa lo está en la pieza de las preferentes.

En la vistilla del artículo 505 de la ley de enjuiciamiento criminal, el representante del ministerio público defendió que los seis años de cárcel a los que fue condenado Blesa son suficientes para que se le imponga una fianza como garantía con la que conjurar riesgo de que se fugue, lo que entiende que podría darse por su condena de seis años y existir supuestos en que condenados han huido con penas inferiores.

La acusación que ejerce la CIC había pedido el ingreso en prisión de Blesa o la imposición de la fianza solicitada por el fiscal. En caso de que no se acordara ninguna de estas medidas quería que se les retire el pasaporte tanto a Blesa como a Rato, ya que considera que aunque ya se haya establecido esta medida por el Juzgado, no se puede depender de esa causa, que se encuentra más atrasada que la de las black, donde ya ha habido hasta condena.