En otoño del 2008 el recinto de la Exposición Internacional y la basílica del Pilar flanquearán el río Ebro, que se convertirá en el corazón de la nueva ciudad. Estos tres elementos serán los principales atractivos turísticos de la capital aragonesa y abanderarán la expansión de un sector que multiplicará por tres ó por cuatro su crecimiento en los años posteriores a la muestra, si se repite la experiencia de los Juegos Olímpicos de Barcelona y de la Expo 92 de Sevilla.

Esos son los cálculos que maneja el director de la Fundación Economía Aragonesa (Fundear) y catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Zaragoza, José María Serrano, que sostiene que el turismo "liderará el crecimiento de la ciudad", y que ello también repercutirá positivamente en Huesca y Teruel, gracias al efecto imán que ejercerá la capital aragonesa sobre el resto de la comunidad.

Por tanto, el peso de este sector sobre la economía aragonesa rebasará la actual cifra del 8-9% del Producto Interior Bruto (PIB), debido en gran medida al "gran poder de arrastre" que ejercerá sobre la hostelería, el transporte, la restauración, entre otros servicios, apunta Serrano.

OPTIMISMO EMPRESARIAL Otro sector que también sufrirá un empujón será la construcción, aunque los servicios liderarán el tirón económico. En el 2005 ya crecerán al 3,5%, según estimaciones del Ejecutivo aragonés, lo que supondrá la "atracción de iniciativas de mayor valor añadido". El empuje industrial también se verá probablemente afectado, a través de la llegada de nuevos proyectos empresariales, que pueden encontrar en Zaragoza un polo de atracción.

De hecho, en el ambiente empresarial "ya se respira optimismo" advierte Serrano. Y es que, para el director de Fundear la noticia de la Expo "llega en el mejor momento posible", ya que "desde el punto de vista de los proyectos tenemos gran parte del camino recorrido (Pla-Za, el AVE, Aramón...) y no partimos de cero", mientras que desde la perspectiva económica llega en una fase de desaceleración, cuyos efectos pueden atenuarse por la muestra, precisa Serrano.

LIGERA SUBIDA DE LOS PRECIOS La celebración de un acontemiento de la magnitud de la Expo del 2008 podría elevar ligeramente el coste de la vida, a través de los precios de la vivienda, hostelería, ocio, entre otros. Sin embargo, para el director de Fundear "aunque los precios no van a bajar, las subidas no serán muy diferentes a las que existan en nuestro entorno". Además, "sabemos controlar la inflación, lo que no significa que en algunos sectores concretos pueda haber desajustes", opina Serrano, quien destaca que "la Expo no será un factor que, por sí mismo, pueda hacer variar los precios".

En relación al mercado laboral y a la necesidad de la mano de obra, Serrano sostiene que Aragón "tiene reservas de mano de obra" en el colectivo femenino y en la inmigración. La baja tasa de paro que tiene la comunidad provocará que la Expo sea una "oportunidad para incorporar a más mujeres al mercado laboral". Respecto al fenómeno de la inmigración, a juicio de Serrano éste se ha convertido en un factor que "ha permitido invertir la tendencia demográfica de Aragón". Además, esta mano de obra "permanecerá incluso después de la Expo si las cosas se hacen bien y si se trabaja con seriedad", concluye.