La Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA) ha mostrado su satisfacción por la apuesta del Ejecutivo autónomo hacia el cultivo de maíz no transgénico, al afirmar que el objetivo del Departamento de Agricultura era "no avanzar" en la producción genéticamente modificada por un "principio de precaución" y hasta que no existan informes que garanticen su seguridad.

En concreto, la directora general de Alimentación del Gobierno de Aragón, Eva Crespo, señaló recientemente a este periódico (ver suplemento de Economía y Finanzas del domingo 22 de febrero) que en la comunidad sólo existen 4.486 hectáreas de maíz transgénico, lo que contrasta con las casi 13.000 que refleja el Ministerio de Agricultura (MAPA). Por ello, UAGA denuncia que éste "le está haciendo juego a la industria biotecnológica, en lugar de garantizar la calidad y seguridad alimentaria".

Asímismo, la organización agraria destaca que estas cifras "desenmascaran a la industria biotecnológica, que venía ocultando su fracaso con datos falsos sobre las hectáreas cultivadas con semillas transgénicas", pero indican que es el Ministerio de Agricultura quien tiene la última palabra en el tema y sigue "firme en su decisión de aprobar nuevas variedades transgénicas".

Por último, UAGA concluye que la continuidad de la moratoria es "indispensable" si no se garantiza a los agricultores de cultivos convencionales o tradicionales y ecológicos que sus producciones no serán contaminadas por transgénicos.