La anunciada importación de miel china culminará la mala campaña apícola aragonesa del presente año, calificada de "desastrosa como no se recordaba en muchos años" por la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA). "A las heladas de los primeros meses, que terminaron con la cosecha de romero, le siguió una primavera con exceso de días lluviosos que no dejaron aprovechar las floraciones de abril y mayo", explicó el responsable regional del sector apícola de la UAGA, Daniel Gimeno, en el boletín informativo de esta organización agraria.

Por el momento, los apicultores aragoneses --alrededor de 2.000, de los que 300 son profesionales--; con 114.117 colmenas y una producción de 2.540 toneladas en el último año esperan que las floraciones de agosto y septiembre de espliego y ajedrea, entre otras, puedan compensar, aunque sea una mínima parte, la falta de producción de la presente campaña.

"A estos males se ha sumado la autorización que hizo recientemente la Unión Europea, según la cual se autoriza la importación de miel de China, que se espera que las primeras entregas tengan lugar en octubre y noviembre", señalan.

Sin embargo, UAGA-COAG ha manifestado su rechazo a la apertura de las fronteras, ya que "no se dan las garantías de que las importaciones vengan con la calidad adecuada" y no cumplen con la normativa comunitaria. En enero de 2002, la Comisión Europea prohibía la entrada al mercado comunitario de mieles procedentes de China al detectar en determinadas partidas residuos de antibióticos, un veto que finalmente fue levantado hace unos meses.

COMPETENCIA La importación de estas partidas de miel a bajo coste y de dudosa calidad genera, según UAGA, "una competencia desleal frente a nuestras producciones de calidad". La entrada de estos productos provocará además una presión a la baja de los precios en el mercado interior y pone en peligro la rentabilidad de miles de explotaciones familiares apícolas, aseguran desde UAGA.

Por otra parte, la modificación del Plan Nacional Apícola ha abierto una puerta para los apicultores aragoneses, ya que este plan tendrá a partir de ahora una duración trienal y se incorporará una línea de ayuda para la repoblación de la cabaña apícola.

Pero la medida más llamativa es el incremento de la financiación del sector por parte de la Unión Europea en 23 millones de euros, lo que supone que en el próximo 2005 el Estado Español adquirirá el 20 por ciento del presupuesto, en base al censo de colmenas.