Las tornas han cambiado. El sector del taxi consiguió un giro del Gobierno favorable a sus intereses con las movilizaciones masivas del pasado julio y el de los Vehículos de Transporte con Conductor (VTC) se dispone a emularlo en vísperas de la aprobación el viernes del decreto que puede suponer su “muerte”, en palabras de sus dirigentes. El pulso ha empezado este miércoles con una oferta de viajes gratis entre las 10 y las 22 horas y seguirá mañana con un corte de tres horas de la avenida de la Castellana, en Madrid, frente al Ministerio de Fomento.

El decreto que aprobará el Consejo de Ministros obligará a los VTC, los que usan las plataformas de Uber y Cabify, a obtener una segunda licencia en las comunidades autónomas o ayuntamientos que podrían denegarlas hasta que se alcance la proporción 1/30 de VTC/taxis, la que exige la actual ley de Ordenación del Transporte. Los municipios de Madrid y Barcelona ya han mostrado su intención de imponer ese ratio.

15.000 nuevos parados

La decisión podría suponer la desaparición del 80% de la flota, dado que actualmente la ratio media es de 1/6 y en Madrid llega a ser de 1/3. Unos 15.000 empleados (autónomos o por cuenta ajena) se quedarían en la calle, según denuncian sus dirigentes.

La gratuidad del servicio, ha sido promovida por la patronal Unauto, en el marco de una campaña de publicidad y márketing bajo el lema #EnElFuturoCabemosTodos. Regala un viaje por cliente, ya sea usuario o nuevo, con un importe máximo de 30 euros, en el caso de Cabify. Esta plataforma no admite reservas en el horario gratuito, salvo las que se hubieran solicitado en días anteriores, y circunscribe la oferta a Madrid, Barcelona, Alicante, Málaga, Sevilla y Valencia.

Uber no ofrece limitaciones a las reservas y excluye a Alicante y Valencia de la iniciativa.

Demanda masiva

Los convocantes aseguran que, según los primeros datos, el éxito ha sido total, con una participación del 90% de conductores. Los clientes han respondido también con una demanda muy superior al de una día laborable normal, hasta el punto que en algunos momentos ha sido difícil conseguir servicio.

Los taxistas han reaccionado interponiendo unas 300 denuncias ante la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) al considerar la oferta una “huelga a la japonesa, prohibida por la legislación española”, según un comunicado de Fedetaxi, la patronal del sector.

Durante la jornada gratuita, los conductores están explicando a los viajeros su experiencia laboral y "el papel que su comunidad, tanto de usuarios como de conductores, juega en el presente y del futuro de la movilidad", según Unauto.

La movilización del jueves no está convocada por las plataformas ni por la patronal sino por una organización de conductores, la Asociación de autónomos de las VTC, Cuenta, además, con el apoyo del Sindicato Libre de los trabajadores del transporte.

Colapsar la Castellana

La manifestación arrancará a las 11:00 de la mañana de este jueves desde el Monumento a Emilio Castelar, a la altura de Paseo de la Castellana 39, y subirá hasta Nuevos Ministerios a la altura de la calle Joaquín Costa, para allí dirigirse a la sede del Ministerio de Fomento y leer un comunicado.

El sindicato convocante calcula que pueden reunir unos 2.000 coches y más de 3.000 personas en todo el recorrido, colapsando los ocho carriles de la Castellana durante tres horas.

"Queremos demostrar que tenemos tanta fuerza de movilización como el taxi” , ha advertido José Antonio Parrondo, uno de los principales empresarios de las VTC.

Aunque en su día criticaron las manifestaciones de los taxistas, ahora optan por el mismo método, aunque marcan distancias. “Nosotros avisamos antes a Delegación de Gobierno y solo lo haremos durante tres horas. Será totalmente pacífica. No colapsamos aeropuertos ni estaciones de tren", añade Parrondo.

Ruedas pinchadas

No es decartable que ocurran incidentes ya que algunos sectores del taxi hacen la guerra por su cuenta con agresiones a VTC y sus conductores. El sector ha denunciado que la madrugada de este miércoles han aparecido una veintena de coches con ventanillas rotas o ruedas pinchadas en el barrio madrileño de Villaverde.