Los escándalos Luxleaks, los Papeles de Panamá, los Papeles del paraíso o más recientemente las irregularidades destapadas en torno al Danske Bank, inmerso en un caso de blanqueo de capitales a través de su filial en Estonia, han demostrado que Europa tiene «un problema serio» en materia de evasión fiscal y blanqueo de capitales. Es la conclusión a la que ha llegado la comisión especial de la Eurocámara contra la evasión fiscal que plantea una serie de recetas para lograr avances en este terreno: una policía financiera europea, un organismo de vigilancia en la UE, la supresión del sistema de visados de oro y, sobre todo, más coordinación y comunicación entre los gobiernos.

«Europa tiene un serio problema de blanqueo y fraude fiscal. Tenemos el mercado único más grande del mundo, más rico y más integrado, con libre circulación de capitales pero con una supervisión transfronteriza poco eficaz», denunció el socialista danés, Jeppe Kofod, coponente del documento, junto al conservador checo Ludek Niedemeyer.