El líder de UGT Aragón, Daniel Alastuey, reconoció ayer que el sindicato está pensando abandonar su actual sede en la calle Costa y trasladarse al centro de formación del Actur Arsenio Jimeno con el objetivo de ahorrar costes. Con todo, Alastuey indicó que "todavía no hemos decidido si nos vamos". El recorte en los programas de formación impuesto por las administraciones ha reducido notablemente los ingresos de la organización, que incluso ha tenido que realizar despidos.

El traslado se enmarca en este proceso de ajuste ante la imposibilidad de mantener los dos edificios. El sindicato no paga alquiler en su actual sede --la Seguridad Social le cedió su uso--, pero sí la comunidad de vecinos y los gastos energéticos. El centro de formación del Actur, "infrautilizado" en opinión de Alastuey, sí es propiedad de UGT y su mantenimiento es más asequible. Ahora, queda por determinar quién se hará cargo del traslado, porque el sindicato adeuda varias nóminas a sus trabajadores y solo el cambio de redes informáticas ya resultaría costoso.

Alastuey realizó estas declaraciones tras participar en una jornada sobre pensiones en la que la organización alertó de que la bajada salarial está reduciendo la cotización global al sistema.