Unicaja Banco ganó 78 millones de euros el año pasado, con una fuerte caída del 54,8% respecto a 2019 que se debió principalmente a los 200 millones de euros (34 millones en el cuarto trimestre) en provisiones extraordinarias que reservó para protegerse de las futuras pérdidas que le provocará la crisis del coronavirus cuando comience a aumentar la morosidad. Sin ello, ha asegurado el grupo, el beneficio hubiera sido de 218 millones, un 26,6% superior al del ejercicio precedente.

El banco malagueño logró mantener prácticamente estables (-0,1%) sus ingresos básicos por la diferencia de intereses entre el crédito y los depósitos gracias especialmente al vencimiento de algunos de estos últimos de coste elevado. Las comisiones, además, crecieron un 0,9%, pero la menor aportación de sus empresas participadas y el mayor pago a los fondos de garantía de depósitos y reestructuración hizo que el resultado bruto cayera el 5,3%. Los gastos bajaron en mayor medida (5,7%), con lo que la bajada del resultado antes de provisiones se moderó al 4,7%.

Su director financiero, Pablo González Martín, ha confirmado ante los analistas que Unicaja prevé cerrar la fusión por absorción de Liberbank a finales del segundo trimestre o principios del tercero. La mejora del capital de ambas entidades en el cuarto trimestre del año pasado ha permitido que ahora calculen que iniciarán su andadura con una solvencia del 15,1%, frente al 14,7% previsto inicialmente, que bajará a entre el 12,5% y el 13% una vez asumidos los 1.200 millones de coste de los ajustes que conllevará su unión (por recorte de plantilla y oficinas, aumento de provisiones y ruptura de acuerdos comerciales con terceros, principalmente).

Unicaja elevó su capital el año pasado un punto, hasta un elevado 15%, que le permite tener un colchón de 1.332 millones sobre el mínimos regulatorio que le facilitará asumir la absorción de su competidor. Su morosidad bajó del 4,8% al 4,2% en el año, con un aumento del peso de las provisiones sobre los activos morosos hasta el 67,4% y sobre los problemáticos (morosos y adjudicados) hasta el 65,2%. La mejora paralela de Liberbank hará que la nueva entidad también nazca con unos niveles de cobertura más altos de lo anunciado inicialmente (74% y 69%, respectivamente). El punto flaco de la entidad malagueña, como el de la mayoría del sector, es su su baja rentabilidad del 2% (5,5% sin las provisiones extra), muy por debajo del entre 8% y 10% que exigen los inversores.