Si hay algo que Ana Garzarán e Isabel Collado no tienen es miedo. Estas dos emprendedoras del medio rural inauguran hoy la que sueñan con convertir en la mayor granja de pollos de Aragón. Con capacidad para criar 33.600 animales cada una, las instalaciones constan de dos naves "titánicas" cerca de Alfambra, en la provincia de Teruel, que aumentarán hasta 16 dentro de tres años. Entonces habrán creado siete empleos gracias a una valiente inversión inicial de 800.000 euros "sin ayudas públicas ni subvenciones".

Collado, de 37 años, ya tiene experiencia en el mundo agrario, puesto que durante más de una década gestionó granjas porcinas de engorde y en los últimos meses probó con el sector avícola en Valencia. "Pude aprender las diferencias que hay y pensé que podría funcionar en Teruel", recuerda. En cambio, Garzarán, de 40, siempre ha trabajado en la empresa familiar, dedicada a la construcción. "Pero ahora está difícil poder comer del ladrillo", se lamenta. El desplome del sector y la ilusión de su amiga por dirigir su propia explotación la animaron a lanzarse a esta aventura, para la que han contado con el respaldo financiero de una entidad no aragonesa, Cajamar. "Nos gustaría que la administración se sensibilizara más con el sector avícola porque, según nuestra experiencia, todas las ayudas van para el porcino", destaca Collado.

Joaquín Garzarán, hermano de Ana, es el socio minoritario y encargado del departamento de Administración de la empresa. "De momento llevamos el negocio entre los tres, porque contamos con la tecnología más moderna y mecanizada que nos permite controlar la explotación desde cualquier sitio de manera informática", explica la emprendedora. La plantilla aumentará a partir de mediados del próximo año, cuando comiencen a construir la segunda fase y la capacidad de la granja se duplique. A la actual se han dedicado dos meses y el trabajo de medio centenar de personas. Si todo marcha como tienen previsto, dentro de tres años criarán casi 540.000 pollos y la inversión habrá ascendido a 6,5 millones de euros.

45 DÍAS ENGORDANDO

Los pollitos llegarán a su nuevo hogar la próxima semana procedentes de Tudela, machos y hembras a partes iguales, cuando apenas tengan horas de vida y serán alimentados con pienso elaborado en Teruel. En la granja Isana permanecerán unos 45 días engordando hasta que la integradora los recoja para su comercialización en las grandes cadenas de supermercados a nivel nacional. Después, durante 10 días las instalaciones se someten a una profunda desinfección para poder comenzar el ciclo de nuevo. "En la mitad del ciclo se apartan los animales que han cogido más peso y tamaño y se destinan para pollo a l'ast", puntualiza Garzarán. Animadas por sus familias, tanto Ana como Isabel confían en su éxito. "Después de un año estudiando el proyecto, lo tenemos todo bien atado. Nuestros pollos tienen futuro", sentencian.