La planta de Inasa llegó a emplear a cerca de 800 trabajadores a principios de los 80, aunque los últimos años de la factoría han estado marcados por la incertidumbre. En el 2009, la anterior propietaria (Alcoa) puso a la venta la fábrica y fue adquirida por la firma de capital riesgo Bavaria, que no demostró ningún interés productivo. En el 2011 se aplicaron dos ERE de extinción (70 despidos) y la firma entró en concurso. El juez dictaminó la liquidación de la factoría en febrero del 2013 y los administradores solicitaron un ERE para toda la plantilla. Cuatro meses después, los trabajadores presentaron una oferta por la planta tras crear la sociedad laboral Aludesa. Ninguna firma se interesó por ella hasta diciembre, cuando Alibérico se postuló. Su oferta, de hecho, fue la elegida por los administradores concursales, aunque ayer el juez se decantó por Aludesa.