El director general de Clesa, Celestino García Benito, manifestó ayer que instituciones financieras y otras industrias se han interesado por la posibilidad de comprar las acciones de este grupo lácteo español, en el caso de que Parmalat decida venderlas. Entre las marcas de Clesa figura Letona, fabricante de Cacaolat, uno de los productos más populares del grupo en España.

Tras calificar de "hipótesis sin fundamento" las especulaciones sobre la posibilidad de que el grupo italiano en crisis se desprenda de Clesa para lograr liquidez que le permita mantener parte de los puestos de trabajo en Italia, dijo que en el caso de que se cumpliera este supuesto "no pasaría absolutamente nada". "Si Parmalat vende las acciones de Clesa --aseguró a Efe--, habrá mucha gente que las quiera comprar, entre instituciones financieras u otras industrias, alguna de las cuales ya se han interesado por esta posibilidad".

En este sentido, dijo que Clesa, antes de negociar con Parmalat, era un grupo "con un negocio en España y conocido de siempre", un hecho que aseguró no haber cambiando en los últimos años. "Seguimos con nuestras mismas actividades y comercializando nuestros productos como hemos hecho siempre", recordó. Así, reiteró que la crisis del grupo italiano no les había afectado e incidió en que eran sociedades independientes, señalando que el único vínculo que les une es que Parmalat es la titular de las acciones de Clesa. "En todo lo demás, no dependemos absolutamente nada de ellos, puesto que disponemos de independencia financiera y nuestras provisiones son españolas", dijo.

Por su parte, Fausto Tonna, exdirector financiero de Parmalat, acusó al expresidente del grupo Calisto Tanzi de apropiarse del dinero procedente de los descuentos que la firma sueca Tetra Pack realizaba por los pedidos masivos de envases. En los interrogatorios a los que fue sometido en la cárcel de Parma, Tonna cifró en varios millones de euros los fondos que Tanzi desvió para sus cuentas personales.

Según su testimonio, la firma proveedora de envases para leche y zumos no sabía lo que sucedía con esas rebajas sobre sus precios de tarifa, que en parte también iban a parar a los bolsillos de otros directivos. El exdirector financiero es considerado el cerebro de la mayor estafa de las últimas décadas en Italia y su confesión se considera vital para arrojar luz sobre un complejo entramado de "ingeniería financiera" cuajado de maniobras ilícitas durante los últimos 15 años. Tonna, que se encuentra en la cárcel de San Silvestro en Parma, admitió sus maniobras para ocultar un "agujero" en las cuentas de la empresa cercano a los 10.000 millones de euros, pero insistió en que actuó siempre bajo las órdenes de Tanzi, detenido a su vez en el penal milanés de San Vittore.