En física, la velocidad de reacción es la cantidad de sustancia que se transforma por efecto de las condiciones del entorno, un cambio medido en función del volumen y el tiempo transcurrido. Depende mucho, por tanto, de qué sustancia sea y a qué condiciones se enfrente. El hierro, por ejemplo, puede tardar años en oxidarse, mientras que si se aplica fuego al gas butano arde en menos de un segundo.

Tomemos a los mercados como sustancia y la fuerte caída trimestral de la economía estadounidense dada a conocer el miércoles como circunstancia. Tuvo un efecto inmediato en las bolsas europeas, que registraron fuertes caídas. En cambio, en las de Estados Unidos el dato fue acogido con subidas. Ayer, empero, el efecto no fue tan evidente.

Los expertos estiman que el retroceso de la economía de EEUU fue puntual y se debió al temporal que padeció el país. El presidente de la Reserva Federal de Sant Louis pareció ayer confirmarlo al apuntar que la FED sigue pensando subir los tipos de interés en el primer trimestre del 2015.

Su pronunciamiento sentó bien en Europa. En cambio, Wall Street abrió con caídas, a pesar de que el dato semanal de paro en Estados Unidos estuvo en línea con lo esperado. Los números rojos al otro lado del Atlántico frenaron a las bolsas europeas y el Ibex 35 solo pudo subir el 0,2%, hasta 10.989 puntos, aunque cerró una racha de cuatro sesiones a la baja. La prima de riesgo se acercó a 140 puntos.