«China es la fábrica del mundo», como asegura el aragonés Fernando Cimorra, socio de la empresa MingTa junto con Daniel Torres y Juan Carlos Cimorra. Por este motivo, el gigante asiático se ha convertido en un nicho de mercado susceptible para que las empresas españolas se lancen tanto a comprar como a vender en el país. Sin embargo, muchas de ellas no suelen hacerlo finalmente debido a la lejanía, a las barreras idiomáticas y a la competitividad en el precio.

Precisamente para facilitar las relaciones comerciales entre el mundo y China, y viceversa, nació en el 2012 la empresa de capital aragonés MingTa, de la mano de tres jóvenes de la comunidad. La andadura de MingTa comienza cuando el ingeniero aragonés Daniel Torres, actual general manager de la compañía, fue destinado a China para desarrollar un proyecto cuando trabajaba en una empresa aragonesa. Cuando concluyó, dada la crisis económica en la que estaba sumida España, decidió quedarse allí y reinvertir el dinero que había ahorrado en montar su propio negocio. Así, MingTa nació como una empresa de trading que, poco a poco, ha ido ampliando servicios y ha desarrollado más líneas de negocio. De la primera y única oficina ubicada en Shangai ha pasado a tener tres sedes, una en Hong Kong, otra en Shenzhen y una última en Zaragoza. ¿Y porqué China? «El país genera flujo suficiente para que centremos todo el volumen de negocio allí, además, por territorio, es casi un continente», explica Fernando Cimorra, que se atreve a decir que «el 85% del producto que consumimos en Occidente está fabricado, o bien parcialmente o en su totalidad, en China».

Ventaja competitiva

Una de las ventajas competitivas de MingTa respecto a otras empresas del sector que subcontratan servicios en China es que estos cuentan con una estructura propia en el gigante asiático. «Nosotros tenemos nuestra propia estructura que pueden utilizar nuestros clientes cuando gestionan la compra pero no supone un coste todo el año», indica Cimorra.

En un principio, MingTa comenzó gestionando solo operaciones de China hacia el exterior pero con los años han ido generando otra idea de negocio, la de importar en China. Para ello, la firma abrió en el país asiático un almacén propio que tiene capacidad para 2.000 metros cúbicos. «Nos permite dar soporte importador a empresas europeas que quieran exportar sus productos en China y les damos el soporte logístico también para que puedan almacenar sus productos en el país» para que la empresa, con su red comercial, pueda suministrar al resto del país.

Aunque MingTa no se cierra puertas, se dirige a grandes y medianas empresas que cuentan con una experiencia en importación. La mayoría de ellas lanzan su negocio al exterior con miedos comunes. «A las empresas les preocupa el tema de la fiabilidad, no ser estafados en la gestión de una compra. Buscan empresas que tengan estructura en China. Eso el cliente lo valora muchísimo», subraya Fernando Cimorra.

Según la experiencia comercial de MingTa en China, aseguran que los sectores más demandados actualmente son la alimentación -especialmente los productos gourmet-, la cosmética y la belleza y el textil y complementos. Sin embargo, los hermanos Cimorra advierten que «no todo se vende ni a cualquier precio». No obstante, reconocen que «el producto de Occidente está bien reconocido, valorado y pagado».

Actualmente, MingTa cuenta con una plantilla de 17 trabajadores y opera en más de 45 países, entre ellos Italia, Alemania y Francia. Aragón no llega a representar el 2% del volumen de negocio. «Teníamos claro que no queríamos focalizar nuestro negocio solo en España, sino que queríamos tener la sede central en China y estar abiertos a volumen de negocio internacional», señala el aragonés. En el 2016 la compañía facturó más de 3,5 millones de dólares y crece un 50% cada año. «Planteamos para el 2017 un crecimiento de un 30 o un 40%», concluyen los hermanos Cimorra.