Viñas del Vero producirá vino con energías renovables. Lo hará para demostrar que el uso de estas tecnologías limpias en explotaciones agrarias es rentable económicamente, además de por razones medioambientales. Ese es el objetivo del proyecto de investigación aplicada Rewind que se desarrollará en la bodega de la Denominación de Origen Somontano. Una iniciativa pionera, liderada por la Universidad de Zaragoza, que tendrá al sol y el hidrógeno como protagonistas. El presupuesto asciende a 1,6 millones de euros, que serán sufragados al 50% a través de los fondos europeos del programa Life+.

El proyecto fue presentado ayer y está impulsado por un consorcio investigador formado por el Laboratorio de Investigación en Fluidodinámica y Tecnologías de la Combustión (LIFTEC), centro mixto del CSIC y la Universidad de Zaragoza, y la empresa de ingeniería Intergia Energía Sostenible, además de la propia bodega oscense.

Se trata de iniciar el camino hacia la explotación agraria energéticamente independiente, sustituyendo el gasóleo de la maquinaria agrícola por hidrógeno, producido desde fuentes renovables en la propia explotación. Para lograr esa autonomía se recurrirá al sol, elemento indispensable para la maduración de la uva pero también fuente inagotable de una energía a la que Viñas del Vero sacará partido. Y es que el proyecto pasa por implantar dos instalaciones fotovoltaicas: en la bodega y en el viñedo.

En el primer caso, las placas alimentarán de electricidad la estación depuradora de aguas residuales, un sistema que será capaz de funcionar tanto aislado de la red eléctrica como conectado a ella en las diversas modalidades de autoconsumo. En el campo, la central fotovoltaica abastecerá de luz al bombeo de riego por goteo del cultivo, pero el excedente energía se usará además para producir hidrógeno mediante hidrólisis del agua.

REDUCIR LOS MALOS HUMOS

El hidrógeno generado será empleado asimismo en un vehículo de trabajo de la propia bodega, al que se le incorporará una pila de combustible desarrollada por el centro mixto LIFTEC en sus instalaciones de Zaragoza.

"A corto plazo vamos a demostrar que ya es rentable la solución de la energía renovable para el sector agrario. Y a largo plazo, supone un paso hacia la hacienda energéticamente independiente", destacó ayer Javier Carroquino, coordinador del trabajo, que tiene a José Luis Bernal como investigador principal.

Entre los resultados que se esperan obtener está la reducción de emisiones de CO2 asociadas al proceso y al producto, aspecto importante dado que el sector del vino comenzará a tener en cuenta esas emisiones e incluso a reseñarlas en el etiquetado. Si la experiencia sale bien, se replicará en otra muchas explotaciones agrarias.