"Cada dos por tres viene gente que nos quiere comprar la empresa, y de muy diversos países. El dinero no me va a hacer más feliz que ver crecer mi proyecto", confiesa Manuel Villarig, fundador del grupo tecnológico Telnet, que ha sabido convertir esta empresa en un referente internacional en telecomunicaciones a base de ilusión, esfuerzo y, sobre todo, una apuesta sin complejos por la innovación.

Y es que su pasión ha sido siempre la investigación. No en vano, fue pionero en España de la introducción de la fibra óptica en las telecomunicaciones. "En estos 20 años hemos reinvertido todos los beneficios, no se ha repartido ni solo dividendo", señala como una de las banderas de la empresa, que partió de cero y hoy emplea a 215 personas.

A sus 71 años, Villarig ejerce como presidente de Telnet y su hija Carolina está al frente de la dirección general.