La Comisión Europea avaló ayer el rigor y la solidez de la política presupuestaria española en su informe anual sobre las finanzas públicas de los estados miembros de la Unión. España, pese a la reforma del IRPF y un crecimiento menor del previsto, logró concluir el año 2003 con un superávit público del 0,3% del PIB. El nivel de deuda pública cayó al 50,8% del PIB en el 2003. La Comisión cree que España logrará este año un superávit del 0,4% del PIB