Cuando parecía que la vivienda empezaba a moderar sus subidas de precios en el primer trimestre del año, los datos hechos públicos ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) apuntan a que el freno de los tres primeros meses fue más una anécdota que la tendencia. En el segundo semestre, el índice de precios de vivienda que elabora el INE registró una variación anual de seis décimas y se situó en el 6,8%. El incremento en Aragón se situó en el 4,5% anual y en el 1,3% en el último trimestre.

Las subidas se han producido en todas las autonomías, pero con una gran horquilla. La vivienda, que comparte el papel de ser un derecho básico con el de ser a la vez un valor de inversión, es ahora un 10,1% más cara que hace un año en Madrid, y un 9,3% más en Cataluña, la dos comunidades que lideran la lista de subidas. Les sigue Baleares, con un incremento del 8,4%. Estas tres comunidades tienen tanto peso sobre el total que han situado la media española de aumento al 6,8%, ya que son las únicas que están por encima de este porcentaje.

La media de aumento trimestral en España se situó en el 2,6%. Con este ya son 17 los trimestres consecutivos en los que los precios de la vivienda presentan tasas interanuales positivas.

Como ya sucedió en el anterior boom inmobiliario, los precios que suben más por tipología de vivienda son los de segunda mano o usada. En este segundo trimestre lo hicieron a un ritmo del 7% interanual, siete décimas más que en marzo, mientras que las nuevas se encarecieron el 5,7%, igual que en el primer trimestre. En el anterior ciclo, muchas de las ventas de segunda mano correspondieron a futuros compradores de pisos nuevos, y el encarecimiento de las primeras favorecía a su vez al de los acabados de construir.

La diferencia con la década del 2000, es que ahora la banca es, o al menos lo era hasta hace unos meses, más restrictiva a la hora de conceder hipotecas para vivienda. Por ello la demanda parece, al menos sobre el papel, más solvente que la de aquellos años. En todo caso, con subidas de precios a un ritmo del 10% que no tienen parangón en los salarios, el colapso de la oferta no puede tardar en llegar por la parte que corresponde al acceso a un bien de primera necesidad. Y respecto a los que compran como inversión, varios operadores del mercado apuntan que empiezan a ser muy selectivos.

El encarecimiento de los pisos en venta es también una de las causas de que suban los alquileres, por lo que el acceso a la vivienda por esta vía también se complica. El Gobierno ha anunciado que prepara medidas para intentar frenar esta escalada.

Ayer, la secretaria general de Vivienda, Helena Beúnza, se comprometió a estudiar «con seriedad» la posibilidad de modificar el marco legal para crear un índice de referencia de precios del alquiler que sea «vinculante». Beúnza lo anuncio en la reunión de la comisión de seguimiento del plan de vivienda 2018-2021 que se celebró en Valencia.