LAS EMPLEADAS de Wal-Mart están en pie de guerra contra esta cadena estadounidense de grandes almacenes, la mayor del mundo. Con el respaldo del juez federal Martin Jenkins, han planteado contra esta compañía una demanda colectiva en representación de 1,6 millones de mujeres que trabajan o han trabajado en sus tiendas, por la grave discriminación que supone cobrar menos sueldo y tener menos acceso a los ascensos que los hombres. EP